raul martin periodista

raul martin periodista

Opinión

Los señalados

25 febrero, 2018 12:58

Octava semana de 2018, la del fallecimiento de Venancio Blanco, el escultor de la espiritualidad, una pérdida esencial para el arte y la cultura de Salamanca; la de la firma del convenio del sector del comercio, que beneficiará a 11.000 trabajadores salmantinos pese a la división del empresariado en dos patronales por culpa de la nefasta gestión de Juan Antonio Martín Mesonero al frente de Confaes y de la Cámara de Comercio; y la de las protestas de los jubilados. Una más en un invierno caliente tras las manifestaciones y protestas contra la brecha salarial, contra el deterioro de los servicios sociales de la Junta de Castilla y León, por la equiparación salarial de policías y guardias civiles, de los funcionarios… y las que están por venir de médicos y trabajadores de justicia, entre otros.

También hubo manifestación contra la mina de uranio en Retortillo y contra la cátedra de tauromaquia en la Universidad de Salamanca. Dice el rector, Ricardo Rivero, que la va a replantear. Pues aquí va una idea, que la llamen cátedra de 'taurología', que es lo que realmente es, el estudio del toro y todo lo que conlleva en la economía, la sociedad y la cultura. Mostrar las particularidades de esta seña de la historia de España, por mucho que no guste a una parte de la sociedad y quiere confundir al resto asegurando que se va a enseñar a matar toros. Es como si hubiera que prohibir estudiar a Nietzsche por sus su peculiares ideas o a Marx porque las suyas también desembocaron en enfrentamientos violentos, que habrá quien lo piense, pero no por eso llevar la razón y ser mayoritaria su opinión.

Comenzó fuerte la semana con la Cumbre de Líderes de la Unión Demócrata Internacional, que congregó en Salamanca a representantes del centro derecha de todo el mundo, mientras en Retortillo estaban la plana mayor del Partido Socialista e Izquierda Unida de Castilla y León, con Luis Tudanca y José Sarrión, además de Equo a nivel nacional, contra la mina de uranio, y en la Universidad se reunía con el rector el portavoz de Podemos en las Cortes de Castilla y León, Pablo Fernández. En el partido del otro Pablo, Iglesias, están mosqueados por la escasa, por no decir nula, comunicación recibida para acudir a ese encuentro contra la mina. Pero como ya les dije semanas atrás, Podemos, Ganemos e Izquierda Unida están inmersos en una guerra silenciosa que estallará cuando haya que confeccionar las listas para las elecciones autonómicas de 2019.

Papelón el que tendrá por cierto Equo, que en el Congreso de los Diputados está integrado en Unidos Podemos, pero en Castilla y León va en coalición con Izquierda Unida y en Salamanca dentro de Ganemos, donde predomina Izquierda Unida que a su vez no se lleva con parte de Podemos Salamanca, con el secretario local ex del Partido Socialista, Ignacio Paredero, y el secretario de organización ex de IU Salamanca, Álvaro García. Vamos, que la izquierda de la izquierda vuelve a estar revuelta, el Frente Popular de Judea contra el Frente Judaico Popular y a su vez contra la Unión Popular de Judea. Esta escena de la película ‘La vida de Brian’ define a la perfección lo que ocurre en los partidos de izquierda desde hace décadas en España. Todos tienen al mismo enemigo, los romanos (Partido Popular), pero cada uno quiere imponer sus métodos para derrocarlo. Aunque coincidan en el 99%, el uno restante es más poderoso para enfrentarles.

Durante la semana se conoció que los concejales del Ayuntamiento de Salamanca ahorrarán más de ocho mil euros a las arcas municipales, y por tanto a todos los salmantinos. ¿Por qué? Pues porque en lugar de haber un pleno extraordinario de la Corporación sobre los presupuestos de 2018 y otro con asuntos cotidianos, el pleno de cada mes, se integrarán todos los asuntos en uno el próximo viernes 2 de marzo. Ya iba siendo hora de que miraran por el bien de los ciudadanos en lugar de por su bolsillo. Cuántos años viendo sesiones extraordinarias de cinco minutos que suponían 400 euros, o más, por concejal o diputado provincial. O incluso alguno que estuvo cinco minutos, como quien dice para fichar y figurar en el acta, y después marcharse a otros quehaceres particulares. Pero, ¿realmente es buena voluntad o buena imagen, ánimo de ahorrar dinero a los salmantinos o ánimo de ahorrarles un mosqueo ahora que están tan cerca las elecciones? A su interpretación lo dejo.

Como interpretable es también quién propone antes algo. En el Ayuntamiento de Salamanca ya se encuentran en esa fase preelectoral. Que uno pregunta qué pasa con las obras de reforma de la estación de autobuses, pues otro hace lo propio en otra instancia. Que uno logra que una iniciativa salga adelante, pues otro recuerda que iba en su programa electoral, y viceversa. Nos esperan meses entretenidos entre Partido Popular, Partido Socialista, Ciudadanos y Ganemos.

Porque para terminar esta entretenida semana Salamanca acogió el congreso de Nuevas Generaciones de Castilla y León, donde fue reelegido Eduardo Carazo como presidente autonómico, y donde, aparte de las intervenciones de los líderes del PP de Salamanca y de Castilla y León, Javier Iglesias y Alfonso Fernández Mañueco, hay que prestar atención especial a dos nombres. Uno, Ángel Fernández Silva, presidente de Nuevas Generaciones de Salamanca y a buen seguro, salvo sorpresa mayúscula, en la lista del PP para ser concejal en el Ayuntamiento de la capital en 2019. El segundo, Daniel Llanos, secretario general de Nuevas Generaciones de Castilla y León y señalado por sus superiores para ser alguien importante en el futuro. Porque además de concejal de Juventud en Salamanca es el responsable de Obras, y cuando a alguien le dan esa concejalía es para que conozca los entresijos de la ciudad y se vaya fogueando de cara a encargos mayores. Luego el futuro podrá caminar por otros derroteros, pero a día de hoy los cabos atados llevan hacia un nudo.

Hacia no sé dónde quiere llegar es determinado político que esta semana se ha reunido con un empresario que recientemente estuvo en la cárcel por homicidio imprudente, y aunque salió de prisión abonando una fianza, sigue imputado por el delito. Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero hay determinadas compañías que no conducen a buen puerto. Dime con quién andas… Pues eso. Ya saben, se dice el pecado, pero no el pecador. La próxima semana, les prometo más madera.