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Son numerosos los factores que cada año hacen peligrar uno de los bienes más queridos y valorados de Castilla y León: los viñedos.

Sus miles de hectáreas cubren las provincias de la Comunidad y gracias a ellos, Castilla y León es conocida a nivel internacional por su calidad y valor gastronómico.

Según recoge la Junta de Castilla y León, a lo largo y ancho de la Comunidad existen unas 82.000 hectáreas de viñedo donde trabajan unos 14.000 viticultores. Sobre la producción anual, destaca que supera ampliamente los 300 millones de kg de uva.

El problema viene cuando no todo el trabajo realizado funciona y hay decenas de problemas a su alrededor. Desde la lluvia, hasta los daños por el cambio climático, la fauna que acecha las cosechas... Los viticultores siempre cuentan con preocupaciones añadidas.

Para la cosecha de 2025 uno de los problemas ha sido el Mildiu, un temido hongo patógeno que se desarrolla con temperaturas suaves y alta humedad, lo que favorece su aparición en zonas del norte de España.

El problema es que este año también ha proliferado en Castilla y León debido a las numerosas lluvias en épocas del año tardías, que habitualmente no ocurren y es más propenso a hacerlo en zonas como Galicia.

Daniel Maestre, viticultor de la zona de la Ribera del Duero burgalesa, que es fiel conocedor de este hongo, señala que el problema ha sido no prever con tiempo este riesgo. "Nos ha cogido el toro", señala.

Maestre, que cuenta con más de 40 hectáreas distribuidas a lo largo y ancho de varios pueblos burgaleses, también se encarga de llevar otras 40 más de otros familiares.

En ellas trabaja cada día y conoce de primera mano el peligro de este hongo que acecha las cosechas de Castilla y León y otras zonas de España.

"No es que haya llovido más que otros años, es que ha llovido en un momento que no es normal y ha hecho daño en los viñedos", señala durante una entrevista con El Español - Noticias de Castilla y León. El temido hongo necesita litros de agua para desarrollarse.

De hecho, según explica, los viticultores siguen la regla de los tres dieces para recordar las condiciones propicias para su desarrollo en la vid. La regla es la siguiente: "Brotes de más de 10 centímetros, temperaturas superiores a 10°C y lluvia superior a 10 mm en 1 o 2 días".

Esta sirve como una alerta temprana para los viticultores, indicando la necesidad de implementar medidas de prevención y control y así evitar la pérdida de la vid.

Sobre cómo funciona su crecimiento, alerta de que puede posicionarse en las hojas o cualquier otra cosa y empezar a mandar semillas. Lo preocupante es que no solo se active, sino que con la lluvia comienza a mandar miles de esporas y a disiparse.

"Actúa de una forma muy rara. No te das cuenta y te está reventando los tejidos desde dentro", asegura, al mismo tiempo que recuerda que el problema de este año ha sido que cuando se ha intentado actuar ya ha sido "tarde".

"Estoy teniendo pérdidas por culpa mía, por haberme despistado, pero si tuviera que pedir algo a la administración le diría al Consejo Regulador que confirme que hay un problema", señala.

La Seca, una de las zonas más afectadas

La zona de La Seca, en la provincia de Valladolid, es una de las más afectadas este 2025. Sin ir más lejos, Santiago de Íscar, enólogo de la Bodega Javier Sanz, asegura que es una de las que "peor" recuerda desde que sus padres eran jóvenes.

"No recordaba una cosa así en muchos años", asegura, al mismo tiempo que señala que es muy difícil cuantificar en estos momentos de cuánto puede ser la pérdida.

"Tenemos más de 100 hectáreas pero no sé decir aún el porcentaje de las que pueden estar más perjudicadas, lo que sí que este año ha sido muy grave", sentencia.

Viñedos pertenecientes a la Bodega de Javier Sanz Redes sociales

Al igual que Daniel Maestre, Santiago asegura que el impacto tan negativo se ha debido a una falta de previsión: "No lo hemos previsto porque no estamos acostumbrados, esto ocurre más al norte de España".

Al mismo tiempo recuerda que son enfermedades que las bodegas y viñedos saben que están ahí, e intentan hacer frente con medidas tanto de prevención como de eliminación.

Aunque según asegura ellos cuentan con tratamientos ecológicos y no ecológicos, y por el momento aún no pueden hacer balance aunque sí han visto daños, señala que hay compañeros de profesión que ya le han avisado de grandes pérdidas.

"Hay gente que este 2025 significa un año desastroso para ellos debido a las pérdidas por el hongo", sentencia.

Reacción de la DO

Tras varios intentos de comunicación por parte de este medio para conocer la opinión y puesta en marcha de medidas que proponen desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda, y tras no obtener respuesta, esta es la información que publicaba dicho organismo el pasado 1 de julio al respecto.

"A día de hoy, la cosecha 2025 no está comprometida por el Mildiu, a pesar de existir hectáreas afectadas por este hongo", señalan en un escrito.

El Mildiu es un hongo que prolifera con la humedad y las suaves temperaturas afectando a la cantidad, pero no a la calidad de la uva.

Es típico de las zonas del norte de España (mucha humedad) y que, en la zona que cubre la DO, al igual que en otras zonas de la meseta, no suele darse con mucha asiduidad ni con mucha virulencia.

Sin embargo, tal y como señalan, este 2025 debido a las lluvias ha proliferado, generando afectación al viñedo y cuya situación puede cambiar en cualquier momento debido a la climatología.

Según aseguran en la nota de prensa, están trabajando, junto con el Itacyl, desde hace mes y medio a través de los avisos diarios por correo electrónico que se envían a los socios (viticultores y bodegas) pertenecientes a la Denominación de Origen sobre el Mildiu y el Oidio.

Al mismo tiempo, tal y como indican, desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda se están manteniendo conversaciones y reuniones con la Junta de Castilla y León para tratar de dimensionar el problema y trabajar en las posibles soluciones.