Cada vez son más las personas sin hogar en España, según los últimos datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las sucesivas crisis económicas, la de 2008, la de la pandemia y ahora la crisis endurecida por la guerra en Ucrania, dispara el número de personas sin techo también en Castilla y León. Si en el informe de 2012 el INE indica que eran 896, los datos de 2022 indican la tasa se sitúa ahora en las 182 personas por cada 100.000 habitantes.
Una situación que se repite en el resto de España, donde ya hay en total 28.552 personas sin hogar que tienen que ser atendidas en centros asistenciales, lo que supone un crecimiento de 24,5% desde 2012 (5.600 personas más).
Las mayores tasas de personas sin techo se dan en Ceuta (391,4), País Vasco (315,9), Navarra (214,7) y Cantabria (182,6); mientras que las comunidades con menores resultados son Valencia con 14,8 personas por cada 100.000 habitantes, Cataluña (42,6), Castilla-La Mancha (45) y Murcia (48,4).
Del total de personas sin hogar en España, casi el 29% se quedó sin hogar tras no conseguir salir adelante después de venir del extranjero, mientras que rozó un 27% el porcentaje de quienes se quedaron sin un hogar tras haber perdido su empleo. Casi seis de cada diez personas que se encuentra en esta situación, presenta según este informe del INE, algún cuadro de depresión.
Por sexos, casi el 77% de estas personas son hombres, aunque el porcentaje de mujeres se ha incrementado hasta el 23,3%, lo que supone algo más de tres puntos con respecto a los datos de 2012.
Por edades, más de la mitad tiene menos de 45 años; el 43% tiene entre 45 y 64 años y por encima de esa edad el porcentaje es del 5,5%. Las cifras indican que la media de edad de quienes no tienen un hogar en el que vivir, está en los 43 años.
Atendiendo a su nacionalidad, la mitad son españoles y la otra mitad extranjeros. De estos, el 53,3% vienen de África, el 26% de América y de Europa el 16,7%.
Según los últimos datos de la tasa Arope (tasa de riesgo de pobreza o exclusión social), en Castilla y León ya hay 77.000 personas más que hace un año en esta situación, es decir, el 23,1% de la población, hasta las 551.000.
Se da la circunstancia, además, de que la Comunidad es la segunda en la que más se ha incrementado esta tasa durante el pasado ejercicio, sólo por detrás de Navarra.