Octubre ha cerrado con un incremento interanual del Índice de Precios Industriales de casi el 27% en Castilla y León, lo que supone un lastre para la competitividad de este sector productivo, según informa hoy el INE, lo cual supone siete puntos por encima del registro del mes anterior.

Se encadenan así 12 meses consecutivos al alza con una media nacional que se dispara casi un 32% respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone la tasa más alta desde enero de 1976, arrastrado por la imparable subida de los precios de la energía, entre otros factores.

El mayor repunte lo ha experimentado Asturias, con casi un 90% con respecto a octubre de 2020, seguida de Canarias con un 81,4%, Baleares con un 77,4 por ciento, y Madrid, con un 43,4 por ciento.

En el lado opuesto de la gráfica se encuentran La Rioja con un 12,7% y la Comunidad Valenciana con casi un 17%.

Esta imparable escalada del IPRI tendrá de forma casi inmediata su repercusión en una nueva subida de la inflación, situada en un 5,4% en el mes de octubre, su mayor nivel desde 1992.

Fuerte incremento de la energía

Ha sido una vez más la energía, un 113% más cara que el año pasado, el indicador que ha disparado el IPRI hasta los niveles actuales en Castilla y León, seguido de los precios de los bienes intermedios con un 18,3%, casi un 7% los bienes de consumo duradero y un incremento del 2,1% interanual de los no duraderos.

El único indicador que ha demostrado un retroceso ha sido el de los bienes de equipo, cuyos precios cayeron un 1,7% con respecto a octubre de 2020.

Castilla y León ha experimentado un incremento del IPRI relativamente moderado con respecto al comportamiento de otras comunidades autónomas, conteniendo unos precios que lastran la competitividad de una industria que intenta recuperar los niveles de producción previos a la pandemia.

En términos mensuales, los precios industriales aumentaron un 5,9 por ciento en Castilla y León, ligeramente por debajo de la media nacional situada en el 6,1%.

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