Castilla y León atesora una espectacular belleza natural que marida a la perfección con su atractiva oferta patrimonial, cultural, gastronómica y vitivinícola. Posee un total de 33 espacios naturales protegidos, un geoparque mundial de la Unesco y diez reservas de la biosfera declaradas también por la Unesco.
Nuestra Comunidad es una de las regiones de Europa que cuenta con una mayor riqueza cultural y es que su extenso territorio alberga una gran variedad de paisajes y ecosistemas, desde las altas cumbres de la montaña, hasta las llanuras infinitas, los frondosos bosques y los impresionantes cañones fluviales.
Para proteger este tesoro natural de nuestra tierra y garantizar su conservación, en 1991 se creó la Red de Espacios Naturales de Castilla y León en la que se encuentran decenas de espacios protegidos por sus valores ecológicos, geológicos o paisajísticos.
Les acercamos el listado al completo para que este verano puedan disfrutar de la región visitando alguna de las joyas de este espectacular listado.
Mapa de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Castilla y León
Parques nacionales
Entre estos parques nacionales destaca el Parque Nacional de los Picos de Europa (León-Asturias-Cantabria). Un espacio de montaña de la región biogeográfica atlántica donde coinciden en su totalidad el parque nacional con el espacio protegido Red Natura. Además de una reserva de la bioesfera ‘Picos de Europa’.
El parque nacional tiene una superficie total de 67.445 hectáreas, de ellas 23.778 hectáreas corresponden a León, entre los términos municipales de Oseja de Sajambre y Posada de Valdeón (León).
Alberga un rango altitudinal que oscila entre los 2.650 metros en Torrecerredo y los 320 metros del Valle del Cares, dando cabida a litologías calizas y silíceas y permitiendo el desarrollo de un gran número de ambientes, especies y paisajes.
Además, ampara extensas formaciones forestales, fundamentalmente especies caducifolias como robledales, hayedos y abedulares.
También hábitats de Montañana sobre los que la ganadería extensiva y el aprovechamiento de leñas ha sido fundamental y a los que se asocian las numerosas vías pecuarias que lo recorren y los refugios de pastores de sus puertos.
Es de destacar también la presencia de oso pardo, la testimonial existencia de urogallo y la reintroducción en la zona del quebrantahuesos. Un lugar que merece la pena visitar.
También y hablando de estos parques nacionales, dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos, podemos hacer una visita a la Sierra de Guadarrama (Segovia-Madrid).
En la zona segoviana abarca a los términos municipales de: Aldealengua de Pedraza, Basardilla, Collado Hermoso, El Espinar, La Losa, Navafría, Navas de Riofrío, Palazuelos de Eresma, Real Sitio de San Ildefonso o la Granja, Santiuste de Pedraza, Santo Domingo de Pirón, Segovia, Sotosalbos, Torrecaballeros, Torre Val de San Pedro, Trescasas.
En la zona periférica de protección, en lo que tiene que ver con la provincia segoviana, también incluye a los términos de Gallegos, Ortigosa del Monte y Otero de Herrero. Son 33.960 hectáreas de parque nacional declarados de los cuales 12.246 pertenecen a Castilla y León.
La Sierra de Guadarrama presenta una elevada riqueza florística, debida a que las cumbres han actuado como refugio de especies vegetales que, durante periodos geológicos más fríos tuvieron una amplia distribución y que ahora han dado lugar a endemismos, y a su situación geográfica, a medio camino entre la región mediterránea y eurosiberiana.
Allí existen más de 1.000 especies vegetales y desde la segunda mitad del siglo XVIII es uno de los lugares emblemáticos que han servido de inspiración, estímulo y laboratorio para naturalistas, científicos, educadores, y también artistas y deportistas.
Otro lugar que merece la pena visitar en época estival, siempre teniendo cuidado del calor y el sol.
Parques regionales
En lo que tiene que ver con los parques regionales y dentro de los espacios naturales protegidos en Castilla y León vamos a destacar dos.
El primero es la Sierra de Gredos en la provincia de Ávila que abarca una superficie total de 86.398 hectáreas y que constituye el núcleo principal del Sistema Central, conformado por un inmenso batolito granítico que se eleva sobre la meseta castellano y leonesa. Alcanza alturas superiores a los 2.500 metros que contrastan con las áreas aledañas.
La vegetación se distribuye según las alturas y va desde los pastizales alpinos y piornales de sus cumbres a los rebollares y encinares de sus áreas más bajas sin olvidar los pinares en la cara norte y también en la sur.
Imagen de la Sierra de Gredos
Junto a las joyas naturales, la sierra posee lugares llenos de historia y arte como son la calzada romana del Puerto del Pico, Candeleda o Mombeltrán, que hablan de la gran notoriedad de Gredos.
El Parque regional Montaña de Riaño y Mampodre de León comprende una superficie de 101.219 hectáreas y a los términos municipales de Acebedo, Boca de Huérgano, Boñar, Burón, Crémenes, Maraña, Prioro, Puebla de Lillo, Reyero y Riaño.
Situado al noreste de la provincia de León, es uno de los enclaves montañosos más sobresalientes de la cordillera Cantábrica, con un alto interés botánico, zoológico, geológico, geomorfológico, paisajístico y cultural, de ahí su declaración como parque regional.
Dos bellos parques regionales para disfrutar de la naturaleza.
Parques naturales
En lo que tiene que ver con los parques naturales, nos encontramos con Las Hoces del Alto Ebro y Rudrón en la provincia de Burgos. Abarca los términos municipales de Bricia, Basconcillos del Tozo, Los Altos, Sargentes de La Lora, Tubilla del Agua, Valle de Manzanedo, de Sedano, de Valdebezana y Zamanzas. La superficie total es de 46.373 hectáreas.
Está ubicado al norte de Burgos, en la zona de transición entre las regiones biogeográficas atlántica y mediterránea. El principal atractivo de este espacio lo constituye la topografía escarpada de los cañoneros y los cortados calizos atravesados por los ríos Ebro y Rudrón.
En los paredones calizos se instalan comunidades de plantas rupícolas, mientras que en las riberas de los ríos Rudrón y Ebro se conservan buenas manifestaciones de la vegetación de la ribera como las alisedas, saucedas arbustivas, fresnedas y tiledas.
Entre la avifauna destacan también las poblaciones de alimoche, buitre leonado y aguilucho pálido, además de búho y águila real, halcón peregrino sin olvidar también la presencia de la nutria y desmán ibérico.
Otro ejemplo es Las Lagunas Glaciares de Neila en Burgos. Que cuentan con una superficie de 6.290 hectáreas en un espacio localizado al este de la provincia burgalesa.
Cuenta con una gran singularidad geomorfológica, centrada en sus formaciones de origen glaciar entre las que sobresalen varias lagunas incluidas en el Catálogo Regional de Zonas Húmedas de Interés Especial como pueden ser Laguna Negra, de la Cascada, Larga, de las Pradillas, de los Patos, Brava, Oruga y Muñalba.
Los dos protagonistas de este parque natural son el pino silvestre que forma bosques infinitos y el agua que alberga el rosario de lagunas que conformar el conjunto glaciar mejor conservado del Sistema Ibérico.
Otro de estos parques naturales protegidos en la Comunidad es el de Montes Obarenes-San Zadornil, también en la provincia de Burgos con una superficie de 33.064 hectáreas totales.
Un espacio que se localiza en el nordeste de la provincia burgalesa y que limita con Álava. Situado sobre la bisagra estructural que ensalza la cordillera Cantábrica con los Pirineos que conforma una zona de elevado interés geológico y geomorfológico, donde lo más sobresaliente son los profundos desfiladeros.
Un espacio que desempeña, además, un papel destacado en la conservación de numerosas especies amenazadas, vulnerables o raras como el visón europeo, el cangrejo de río autóctono o el búho real.
A estas singularidades naturales hay que sumar su rico patrimonio cultural, cuyo legado se aprecia en imponentes monasterios como el de San Salvador de Oña, o el de Santa María de Obarenes, y fortificaciones como las de Frías, Tejada o Pancorbo.
El Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, de la provincia de Burgos cuenta con una superficie de 39.173 hectáreas.
La geomorfología de la zona está marcada por los bancos calizos del Cretácico Superior y por las consecuencias que sobre ellos tuvo la orogénesis Alpina, originando un relieve plegado conforme intensamente erosionado por ríos y arroyos, sobresaliendo el desfiladero de La Yecla.
Se trata de un espacio que constituye un lugar muy singular, que pasa por ser paradigma de la imbricación entre la naturaleza y el quehacer del hombre.
El Parque Natural de Babia y La Luna, en la provincia de León comprende los términos municipales de Cabrillanes, Los Barrios de Luna, San Emiliano, Sena de Luna y cuenta con una superficie que llega a las 57.757 hectáreas.
Un espacio situado en el extremo norte de la provincia, de elevado contraste desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico.
La zona tiene un indudable valor tanto histórico como cultural, ya que en estos valles y montañas se han desarrollado pasajes fundamentales de la historia de los reinos, tanto astur como leonés.
También etnográfico, dado que se mantienen formas y modos de vida propios de la montaña leonesa que están relacionados con la trashumancia de merinas y otras razas autóctonas.
El Parque Natural de la Montaña Palentina, en dicha provincia, abarca a los términos municipales de Aguilar de Campoo, Brañosera, Castrejón de la Peña, Cervera de Pisuerga, Dehesa de Montejo, La Pernía, Polentinos, San Cebrián de Mudá, Triollo, Velilla del Río Carrión, con una superficie de 78.179 hectáreas.
Se trata de un espacio situado al norte de la provincia, en la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica. Un territorio muy montañoso que se caracteriza por las elevadas altitudes de sus cumbres como pueden ser los Picos de Curavacas y Espigüete, de más de 2.000 metros.
Parque Natural Montaña Palentina en la provincia de Palencia
Destacamos la gran singularidad de su fauna, entre las aves, tienen gran interés las especies forestales ligadas a los bosques atlánticos, las aves rapaces y entre los mamíferos, una especie emblemática y en peligro de extinción como es el oso pardo cantábrico.
El Parque Natural de Los Arribes del Duero, en Salamanca y Zamora, cuenta con una extensión que llega a las 106.105 hectáreas y que abarcan a varios municipios de ambas provincias.
Situados en el límite occidental de la región, a caballo entre Zamora y Salamanca, conforman lo que tradicionalmente se ha conocido como ‘LA Raya con Portugal’ y se configura como un espacio con singularidad y llena de contrastes donde el río Duero, acompañado de sus afluentes como el Esla, Tormes, Uces, Huebra o Águeda, juegan un papel estelar.
El Parque Natural de Los Arribes del Duero
El sustrato geológico, junto a las condiciones climáticas o el encajamiento de la red de drenaje, son algunos de los responsables del desarrollo del cultivo en bancales, reflejo del esfuerzo humano.
Un bello lugar para que forasteros y vecinos de ambas provincias puedan pasar un gran día disfrutando de bellos paisajes.
El Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia en Salamanca abarca los términos municipales de Cepeda, El Cabaco, El Maíllo, Herguijuela de la Sierra, La Alberca, Madroñal, Miranda del Castañar, Mogarraz, Monforte de la Sierra, Monsagro, Nava de Francia, Serradilla del Arroyo, Sotoserrano, Villanueva del Conde, San Martín del Castañar.
Un total de 31.724 hectáreas en una zona que está ubicada sobre las estribaciones más occidentales de la Cordillera Central y en la divisoria entre las dos cuencas hidrográficas como son las del Tajo con el río Alagón y la del Duero con su tributario el Agadón.
La zona posee una gran riqueza cultural y un interesantísimo patrimonio histórico-artístico: abrigos rocosos con pinturas rupestres neolíticas, asentamientos “vettones”, minas romanas…sin olvidar cinco pueblos declarados conjunto histórico-artístico: La Alberca, Mogarraz, San Martín del Castañar, Miranda del Castañar y Villanueva del Conde.
El Parque Natural de Las Batuecas
El Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, en Segovia, cuenta con una superficie de 5.037 hectáreas en los términos municipales de Carrascal del Río, Sebúlcor y Sepúlveda.
A lo largo de 27 km, el Duratón ha originado un paisaje espectacular. Desde Sepúlveda hasta el embalse de Burgomillodo ha formado unas hoces de fondo plano y cortados calizos, de más de 70m de altura, describiendo cerrados meandros en el último tercio de su recorrido.
En cuanto a la vegetación es posible diferenciar: la paramera con enebrales, tomillares y aulagares y los pinares de pino resinero sobre las arenas eólicas; los cortados con comunidades rupícolas de gran originalidad; y el fondo del valle caracterizado por los bosques de ribera: sauces, fresnos, álamos, olmos y alisos, choperas y todos los matorrales característicos de la orla espinosa del bosque.
Estas características hacen que este paraje sea un entorno ideal para las aves, especialmente para las rapaces.
Pero el río Duratón también ha dado cobijo, desde antiguo, a diferentes asentamientos humanos (neolíticos, romanos, medievales donde sobresale el impresionante legado románico que acoge la villa de Sepúlveda).
El Parque Natural de las Hoces del Río Riaza en Segovia, abarca los municipios de Maderuelo, Montejo de la Vega de la Serrezuela, Valdevacas de Montejo en una superficie de 5.185 hectáreas.
Ubicado en el nordeste de la provincia de Segovia, el Riaza constituye el eje longitudinal de esta área en la que sobresale su hoz, trazada sobre los sedimentos mesozoicos que ha originado un cañón calcáreo, donde los procesos kársticos han tenido una importancia secundaria frente a la incisión fluvial.
La presencia de cortados calizos, pródigos en repisas y oquedades de los más variados tamaños, permite el asentamiento de una rica comunidad de aves rupícolas (buitre leonado, alimoche), sin olvidar la importante y variada comunidad de aves esteparias (alondra ricotí).
La zona alberga además una arquitectura popular muy singular, donde es necesario destacar el núcleo de Maderuelo, declarado bien de interés cultural.
El Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama en Segovia y Ávila cuenta con una superficie de 71.374 hectáreas y clausura por el sur la provincia de Segovia prolongándose por el término municipal de Peguerinos, a la provincia de Ávila.
Las fallas principales se forman al final de la Era Primaria. Se pueden distinguir en este espacio natural dos tipos de unidades morfoestructurales, por un lado, las altas sierras (horst) y por otro los bloques medios y bajos (grabens).
Atesora este parque natural una rica y variada vegetación (encinares, sabinares, quejigares, pinares o enebrales) que acoge una comunidad faunística muy diversa (buitre negro, águila imperial, cigüeña negra, lobo ibérico, las mariposas apolo o isabelina).
El Parque Natural del Cañón del Río Lobos en Burgos y Soria abarca los términos municipales de Casarejos, Herrera de Soria, Nafría de Ucero, San Leonardo de Yagüe, Santa María de las Hoyas, Ucero y Hontoria del Pinar en una superficie que llega a las 9.580 hectáreas.
A caballo entre las provincias de Burgos y Soria, esta área protegida es un paradigma del paisaje protagonizado por la incisión fluvial y el modelado kárstico, que conforman un entorno natural de gran interés debido a la espectacularidad de las caprichosas formas del relieve, a su peculiar geología y a una fauna y flora muy diversa.
A lo largo de 25 kilómetros el río Lobos se ha abierto paso desde Burgos a Soria, labrando un profundo cañón sobre los materiales calizos del cretácico superior, acompañado de un importante sistema de cavidades subterráneas.
Los paredones calizos albergan una importante flora casmofítica a la par que sirven de refugio a una riquísima comunidad ornítica (buitre leonado, alimoche o búho real). Junto a este valor natural no se puede obviar su interés etnográfico y cultural, donde sobresale por su singularidad la ermita templaria de San Bartolomé.
El Parque Natural Laguna y Circos Glaciares de Urbión en la provincia de Soria abarca las localidades de Vinuesa, Covaleda y Duruelo de la Sierra en un total de 4.617 hectáreas en el noroeste de dicha provincia.
Allí donde la Cordillera Ibérica alcanza alguna de sus mayores cotas, destacando los Picos de Urbión que alcanzan los 2.228 metros, lugar de nacimiento del río Duero.
Se trata de un conjunto montañoso que está caracterizado por la presencia de fallas, pliegues y dislocaciones, que son consecuencia de la tectónica (Hercínica y Alpina), la diferente litología y los ciclos de erosión que han dejado una huella característica.
Rica es la fauna en el lugar donde destaca la presencia del quebrantahuesos, también del visón europeo y perdiz pardilla.
A esta riqueza natural le acompaña un importante legado cultural. Antonio Machado rememoró esta laguna en la Tierra de Alvargonzález, la arquitectura popular de estos pueblos y sus tumbas antropomórficas.
El último de estos parques naturales protegidos de Castilla y León que merece la pena destacar es el del Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto, en la provincia de Zamora, que abarca a los municipios de Cobreros, Galende, Porto y Trefacio en un total de 32.202 hectáreas.
Se ubica en el extremo noroccidental de la provincia siendo un territorio de media y alta montaña, por encima de los 1.500 metros de altitud, con valles profundos que, a veces, pueden formar cañones pronunciados originados por ríos y arroyos.
Entre estos destaca el lago de Sanabria, el mayor lago de origen glaciar de toda la península.
La zona juega, también, un papel destacado en la conservación de numerosas especies amenazadas, vulnerables o raras, tanto de vertebrados como de invertebrados.
Además, no se pueden olvidar los valiosos recursos históricos, artísticos y culturales aquí presentes, donde destacan las numerosas muestras de arquitectura popular distribuidas en los pueblos de la comarca y la iglesia románica de Santa María, en San Martín de Castañeda.
14 parques naturales protegidos en Castilla y León, cada uno con su encanto, que merece la pena disfrutar a lo largo del verano, o durante cualquier momento del año.
Reservas naturales
Nuestra Comunidad, como señalan desde la Junta de Castilla y León, también cuenta con un total de cinco reservas naturales que están dentro de esta Red de Espacios Naturales protegidos. Perfectos para visitar.
La primera de ellas está en Valle de Iruelas, en la provincia de Ávila, con un espacio de 8.828 hectáreas en los términos municipales de El Barraco, Navaluenga, San Juan de la Nava y El Tiemblo.
La segunda, ya en la provincia de Soria, pasa por ser la de Acebal de Garagüeta, en Arévalo de la Sierra, en un espacio de 406 hectáreas.
La tercera de ellas, también en la provincia soriana, es la de Sabinar de Calatañazor, en el término municipal de Calatañazor y en un espacio de un total de 74 hectáreas.
La cuarta es, en la provincia de Zamora, Las Lagunas de Villafáfila que abarca los términos municipales de Cañizo, Cerecinos de Campos, Manganeses de la Lampreana, Revellinos, San Agustín del Pozo, San Martín de Valderaduey, Tapioles, Villafáfila, Villalba de la Lampreana, Villárdiga, Villarrín de Campos en un total de 32.682 hectáreas.
Por último, destaca en la provincia de Valladolid la Reserva Natural Riberas de Castronuño-Vega del Duero. Dentro de la misma están los municipios de Castronuño, Pollos, Tordesillas y Torrecilla de la Abadesa con una superficie de 8.421 hectáreas.
Espacio definido por el río Duero y su red tributaria, poco antes de dejar la provincia de Valladolid, camino de Zamora.
Su riqueza faunística viene avalada por las 255 especies de vertebrados detectadas, de ellas 189 son aves, donde sobresale el humedal artificial del embalse de San José, con una variada avifauna acuática (garza imperial o martinete) de interés nacional y regional.
La visita a los municipios de Castronuño o Tordesillas, por su valor natural, histórico y patrimonial, son obligadas.
La Reserva Natural Riberas de Castronuño-Vega del Duero
Monumentos naturales y paisajes protegidos
En lo que a los monumentos naturales que están dentro de esta Red de Espacios Naturales Protegidos, que son una gran opción para visitar durante estos meses veraniegos, vamos a citar a un total de ocho.
El Monte de Santiago, en la provincia de Burgos. También en Burgos, Ojo Guareña. En la provincia leonesa el Lago de La Baña y el Lago de Truchillas, en la misma provincia, sin olvidarnos de Las Médulas, también en León. Un paraje natural único que enamora a todo por el que allí pasa.
En la provincia de Palencia nos encontramos con la Cascada de Covalagua y el Laberinto de Las Tuerces y en la provincia soriana a La Fuentona.
En lo que tiene que ver con los paisajes protegidos, que incorpora la Junta de Castilla y León a esta red, son los dos anteriormente citados en la provincia de Palencia, tanto Covalagua, como Las Tuerces.
Lugares, todos los que hemos citado, en los que merece la pena deleitarse.