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Castilla y León es tan inmensa en patrimonio que este destaca hasta en mitad de un viaje de carretera. Al recorrer las autopistas que vehiculan la comunidad se pueden encontrar a los costados las majestuosas obras arquitectónicas que ya forman parte del trayecto.

La revista Traveler destaca diversos lugares de la comunidad, como en Palencia, donde se encuentran diversas fortalezas en torno a la A-67. Es el caso del castillo de Monzón de Campos o el de los Sarmientos en Fuentes de Valdepero. Si bien el monumento más icónico en el recorrido de la autovía se ubica en Aguilar de Campoo.

Ubicado al comienzo de las montañas, marca el punto de referencia a en torno a la cercanía al mar. Los veraneantes castellanos que se acercan a las playas cántabras saben nada más ver el castillo palentino que están a punto de tocar la arena.

La fortaleza fue construida en el Siglo XI con el fin de mantener bajo control la vía romana que unía Pisoraca (Herrera de Pisuerga) y Portus Blendium (Suances).

No solo Palencia mantiene castillos icónicos. Pegado a la autovía E-80 se puede encontrar una de las joyas de la provincia de Valladolid. El castillo de Simancas, en el que desde el reinado de Felipe II se encuentra el Archivo General de España, es una de las fortalezas más icónicas que se pueden ver a través de la ventanilla del coche.

El castillo fue construido en el siglo X con la idea de ser un alcázar musulmán que custodiase el río Pisuerga. Hoy en día sus paredes custodian gran parte de los documentos esenciales para entender la historia de España.

La historia del castillo está al nivel de su belleza, puesto que es en la fortaleza donde se zanjó la guerra de las Comunidades, tras la derrota de los comuneros en la batalla de Villalar. Ligada a dicha historia, se encuentra la del obispo Acuña de Zamora, que fue ejecutado con garrote vil en la torre que hoy en día recibe su nombre.

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