Mares Circulares, un programa integral y circular contra el problema de los residuos marinos

Coca-Cola lidera y coordina un proyecto que aborda desde distintos frentes y con vocación de continuidad un problema que amenaza las costas y los océanos de todo el planeta

Pescadores, submarinistas o bañistas. La presencia de residuos en el agua, en los fondos marinos y en los entornos acuáticos es algo que salta a la vista y causa un problema medioambiental que va más allá de lo estético, ya que afecta a la flora y la fauna del mar e incluso puede alcanzar al ser humano: no olvidemos que buena parte de nuestra alimentación procede de este entorno, en el que se acumula hasta el 70% de los residuos que generamos.

Concienciarse del problema y encontrar remedios es un compromiso que debe asumir la sociedad en su conjunto. En este contexto, Coca-Cola ha decidido liderar Mares Circulares, una iniciativa cofinanciada por The Coca-Cola Foundation que busca una solución integral desde distintos enfoques, y que va más allá de la simple limpieza en cuanto a alcance y continuidad.

Mares Circulares se enmarca dentro de ‘Avanzamos’, la estrategia de sostenibilidad para Europa Occidental, y que “forma parte del compromiso que tenemos en materia de envases”, según Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia. ‘Avanzamos’ tiene seis áreas de actuación: bebidas, envases, sociedad, agua, clima y cadena de aprovisionamiento sostenible, pero la de los envases, cuenta Gascón, “es una de las áreas donde más nos vamos a focalizar en este ejercicio”.

Buscamos un enfoque que no se limitase solamente a la recogida de residuos sino que fuera un poquito más allá, que mirara hacia el futuro

Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia

“Un proyecto vivo, con vocación de aprendizaje”

Mares Circulares, explica, “es una iniciativa única, con vocación de continuidad y de aprendizaje, un proyecto vivo”, que tiene un horizonte a largo plazo -2025- y para la que Coca-Cola en España cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Asociación Chelonia, la Fundación Ecomar y la Asociación Vertidos Cero, si bien para las acciones programadas se cuenta también con la colaboración de un millar de voluntarios a través de más de un centenar de organismos públicos y privados que incluyen ONGs, ayuntamientos y universidades.

Este esfuerzo de coordinación “es un proceso que se inició hace muchos meses” y en cuya génesis participaron expertos de España y Portugal que aportaron sus ideas para esbozar las líneas maestras del proyecto, en lo que ha constituido “un reto muy enriquecedor tanto para Coca-Cola como para todas las partes implicadas”, señala Gascón. Así, se llegó a “un enfoque académico, de investigación, que no se limitase solamente a la recogida de residuos sino que fuera un poquito más allá y que tuviéramos también esa componente de mirar hacia el futuro con proyectos de sensibilización y formación que apostasen porque la ciudadanía se incorporase dentro de las soluciones”.

Con estos medios, el proyecto ha fijado un calendario de intervenciones en las que, en palabras de Carmen Gómez-Acebo, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners, “no solamente vamos a limpiar 80 playas en España y en Portugal, sino que también vamos a ayudar a la conservación de diez reservas marinas españolas, más un espacio natural en Portugal, y también vamos a ayudar en la limpieza de los caladeros de 12 puertos con la colaboración de más de 50 barcos”.

Mares Circulares es un proyecto de todos: del individuo, de los fabricantes, de las instituciones públicas y privadas

Carmen Gómez-Acebo, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners

Medio centenar de barcos pesqueros implicados

Los fondos marinos son una prioridad dentro de Mares Circulares, de ahí que la movilización de los barcos constituya una de las acciones más importantes dentro del proyecto. Para ello, cuenta con la colaboración de la Asociación Vertidos Cero, a través de la cual ha coordinado medio centenar de pesqueros que, de forma voluntaria, llevarán a cabo estas labores en los caladeros de una docena de puertos de España y Portugal.

Estos profesionales que trabajan diariamente en el entorno son testigos de hasta qué punto son necesarias estas actuaciones. Por eso, el sector quiere “reivindicar su papel activo y ser un actor importante” en la solución del asunto, e iniciativas como Mares Circulares les colocan en un lugar preeminente para ello, ya que por su propia actividad son los únicos que tienen capacidad para actuar a una profundidad de 80 metros, como mínimo.

La Asociación Vertidos Cero, además, lleva a cabo una labor de formación de los pescadores para que, según se recojan los residuos durante su rutina habitual, puedan separarlos de acuerdo a su tipología y facilitar el trabajo posterior al desembarque del material. Éste incluye la gestión para su reciclaje posterior, la recogida de datos para su uso en estudios científicos y, en el caso del PET, su reincorporación a la cadena de valor de Coca-Cola en España, lo que incide en el compromiso de la marca de “recoger el equivalente al 100% de los envases que ponemos en el mercado para que no terminen como residuos, especialmente en los océanos”, según Ana Gascón.

Además de la labor en las zonas de pesca o en los puertos, las reservas marinas también son ecosistemas muy sensibles que se están viendo afectados por el problema. Pensando en ellas, otro de los pilares del proyecto lo conforma su protección y limpieza, ámbito en el que Mares Circulares colabora con la Asociación Chelonia, la Fundación Ecomar y con ayuntamientos, ONGs, y clubes de buceo locales.

Playas: puntos de sensibilización

Junto a estas actuaciones en un entorno inaccesible por medios naturales, la iniciativa también aborda el creciente problema de la suciedad en las playas. El litoral de la Península es un lugar excelente para ir de vacaciones, para pasear, darse un baño o hacer deporte. Sin embargo, en muchos de estos puntos se ven a simple vista restos de todo tipo que ensucian el paisaje y son una fuente de contaminación del entorno, con el riesgo que supone para las personas y el medio ambiente.

De ahí que, en la agenda de Mares Circulares, haya previstas hasta 80 actuaciones en playas y entornos acuáticos solo en 2018. Para ello, Coca-Cola colabora con la Fundación Ecomar y con la Asociación Chelonia, con las que también mantiene una estrecha colaboración que se traduce en limpiezas en las que se pretenden recoger más de 250 toneladas de residuos.

El carácter multidisciplinar de Mares Circulares también suma a estas actuaciones in situ otro objetivo tan importante, o más: el de la sensibilización y formación ciudadana. En paralelo a muchas de estas citas, se han puesto en marcha actividades de sensibilización acerca de esta problemática y la manera en la que podemos ayudar, aun con pequeños gestos, a cuidar estos ecosistemas, por muy lejanos que puedan resultarnos. “Creemos que la acogida entre el público está siendo muy positiva y la sociedad en su conjunto ha entendido que esto es algo en lo que todos tenemos que poner nuestro granito de arena”, cuenta Ana Gascón.

Uno de los ámbitos en los que se ha enfatizado en este campo ha sido el de la educación. Tanto en las actuaciones en las playas como en colegios o centros educativos, alcanzar al público infantil es clave de cara al futuro. Hacer partícipes a los niños de este mensaje sirve para que adquieran conciencia del problema, pero además es la mejor manera para que el mensaje cale también entre los mayores en sus casas. Así, como cuentan desde la Fundación Ecomar, se va a llegar directamente a 15.000 personas que “luego multiplican la llegada del mensaje por dos o por tres”.

Fomento de la economía circular

El objetivo final de Mares Circulares es la preservación del medio ambiente, pero también el fomento de la economía circular, un concepto en el que, en palabras de Gascón, “se hace un uso responsable de los residuos de modo que puedan reintegrarse en la cadena de valor”. Con ello, Coca-Cola pretende “ser un actor que apoye directamente este sistema para solucionar problemas que estén exclusivamente centrados en residuos marinos”.

Y en el cómo se busquen soluciones a medio y largo plazo tiene que decir mucho la investigación y el emprendimiento, que es el colofón a la estrategia integral de Mares Circulares. El programa tiene previsto el uso de los datos de recogida “para investigaciones científicas que, de la mano de las universidades, profundicen en las posibles soluciones”.

Y, al mismo tiempo, también con una mirada en la iniciativa privada: “Vamos a apostar porque cada año, de la mano de la Asociación Chelonia, haya una start-up de nueva creación que tenga ideas innovadoras que estén a disposición de todos”. Para ello, y como recuerda Carmen Gómez-Acebo, hay destinados “5.000 euros de capital semilla para el proyecto ganador”.

Mares Circulares es un gran proyecto que ataca el problema de los residuos marinos desde distintos ángulos pero, sobre todo, que pretende transmitir un mensaje: que cuidar el medioambiente y reciclar “es un proyecto de todos”, según Gómez-Acebo: “Del individuo, que es uno de los grandes generadores de residuos; de los fabricantes, para que todos los productos que pongamos en el mercado sean reciclables y ecosostenibles; de las instituciones públicas y privadas, para que sean mucho más eficientes en esa recogida; y, de nuevo, también todos los organismos públicos y privados, para que sean capaces de reintegrar esos residuos dentro de la cadena de valor de las empresas”.

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