119 días después de su polémico paso por Sábado Deluxe, María Teresa Campos regresaba este sábado al plató del programa de La Fábrica de la Tele justo un día después de que se supiera que volverá a trabajar con la productora en un nuevo formato para Mediaset España llamado La Campos móvil.

Y quizá por ello su actitud fue completamente distinta a la que tenía acostumbrado al público durante sus últimas intervenciones. De hecho, la semana pasada en Viva la vida volvió a decepcionar a la audiencia por su talante cortante y soberbio.

"Yo creo que ya está bien, no vamos air sacando los trapos sucios de unos y de otros. Podríamos ir con algo más amable", aseguraba la Campos mientras su hija Carmen Borrego, consciente de la mala imagen que volvía a estar dando su madre, intentó calmarla.

Se jugaba por tanto mucho anoche la matriarca de las Campos con su reencuentro con Jorge Javier Vázquez porque, como bien analizó el presentador, "el legado televisivo no existe".

"Tú has hecho Día a día pero ya lo has hecho. La televisión es el presente, el aquí y ahora. No nos gusta que la gente se quede con la imagen de María Teresa Campos permanentemente cabreada cuando tú no eres así", le decía con cariño el catalán.

Fue justo cuando la malagueña dio la clave del porqué de su actitud durante estos últimos tiempos: le faltaba ilusionarse con un proyecto. "Ayer fue uno de los días más felices de mi vida. Voy a hacer una cosa novedosa y muy bonita. Lo que viví por las calles de Madrid fue precioso", comentó.

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"Aunque no lo parezca tú eres divertida", ironizó Vázquez antes de que la malagueña se levantara a parodiarle mientras leía una publicidad de un teléfono móvil.

Más tarde, también provocó las carcajadas de los colaboradores y de las redes sociales cuando, no se sabe si de manera consciente o buscando las risas, Campos no entendió bien lo que le dijo Vázquez al hablar de First Dates.

"¿Podrías convertir un día tu camión de La Campos móvil en un First Dates?", preguntó el presentador. "¿En un jersey?", contestó la malagueña. "¡No! El programa de Carlos Sobera, el de las citas", le explicó.

"Ayer fue uno de los días más felices de mi vida", repitió ante de marcharse. "Hoy me has hecho el segundo día más feliz de mi vida", se despidió la presentadora. 

La televisión le debe mucho a María Teresa, tal y como ella se encargó anoche de recordar cuando explicó que fue la responsable de que se introdujeran las tertulias políticas en los magacines matinales en su último tramo antes del informativo. Y ese es sólo uno de tantos y tantos ejemplos.

Por eso, este astuto y por momentos artificial cambio de actitud es algo a celebrar. Y aunque no será en un plató sino desde un camión móvil, la malagueña por fin podrá poner un broche de oro a su carrera con un proyecto a su medida: entrevistando a personalidades cerca de su público. Porque justo eso es lo que más necesita ahora María Teresa, el calor de la audiencia que le haga sentir 'día a día' la importancia de su legado.

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