El colaborador de Sálvame Miguel Frigenti ha denunciado en redes sociales que "muchos “influencers” y personajes de TV utilizan su imagen para vender productos que son muy distintos de lo que prometen, y en muchos casos, ni llegan".

Entre estos influencers se encontraría Noemí Salazar, conocida por su participación en Los Gipsy Kings y GH VIP, quién estaría haciendo pasar productos de Aliexpress como los de la tienda de una amiga.

"Empiezan a llegarme decenas de mensajes denunciando que compras de diversos productos a través del Instagram de Noemí, nunca llegan, y lo peor, que ella ni siquiera contesta a los clientes que intentan saber que ha ocurrido con sus pedidos (ya pagados)", cuenta el experto en realities.

"Investigando, averiguo que la carcasa móvil con luces que promociona Noemí y que, según ella, vende su “vecina Mary”, es una de Aliexpress que vale poco más de dos euros y que Mary vende por más de diez", continúa contando.

"Anuncia productos de AliExpress a un precio muy superior. La táctica es clara: promete descuentos que no existen, ya que son productos que se venden mucho más baratos en AliExpress, a través códigos de descuento", explica.

"Entendería que una o dos personas pudieran haber tenido un problema, pero, ¿tantas?. ¿No tiene el influencer cierta responsabilidad con sus seguidores, y más si se lucra de las ventas?", se pregunta Frigenti.

Lo más grave de todo es que, según testimonios de personas que se han sentido estafadas, "al parecer anuncian productos que nunca llegan. En su lugar, llegan otros de calidad inferior".

El caso de Love Yoli

El caso de Salazar no es nuevo. Hace ahora un año, una de las concursantes más conocidas de Gran Hermano 15, Yoli Claramonte, fue acusada en redes socialesde intentar hacer pasar como suya una colección de ropa que se puede encontrar en tiendas chinas.

Entonces fue el youtuber Malbert quién denunció que "resulta que toda la ropa está en AliExpress a la mitad de precio de la que ella lo vende". 

El influencer aportaba varios ejemplos de este tipo de prendas que valen poco más de 30 euros en la tienda de la exgran hermana y seis veces menos en la citada aplicación.