Ser presentador de televisión no es fácil. No solo hay que tener unas dotes de comunicación innatas (que luego hay que pulir y mejorar), sino que además hay que saber adaptarse al formato que te ponen delante. No es igual un programa de cine que de entrevistas o una tertulia política.

Hace escasos diez días veíamos a Rafa Mora debutar como presentador en Cazamariposas, y se le veía perdido, incómodo. Hasta se quedó en blanco.

“Podrían haberme dado el guion 20 minutos antes para que me lo leyese y así saber de qué iba a hablar”, se lamentaba después en Sálvame, sin comprender que un programa de Divinity no tiene los medios de los formatos en los que él suele moverse como colaborador. Que en televisión tienes que adaptarte a lo que hay y tirar hacia adelante como sea, con la mejor sonrisa. 

No obstante, Rafa Mora afirma que va a seguir trabajando para estar al frente de un programa. “Me he prestado a todo, he dicho que en lugar de irme a Ibiza, prefiero ir a Cazamariposas y cumplir mi sueño que es ser presentador” explicaba este viernes, como respuesta a las críticas de Nuria Marín, que no le dejó como buen profesional ya que “en su segundo día de trabajo se negó en redondo a hacer algo muy importante que forma parte de las tareas de un presentador, dijo que no iba a hacer eso y que antes se iba a Ibiza”.

La pregunta ahora es: ¿tiene Rafa Mora futuro como presentador? ¿Hay algún programa en el que podría encajar?

Lo complicado del perfil de Rafa Mora

Rafa Mora tiene un perfil complicado. No es una persona que caiga bien a todo el mundo, tiene un tono macarra y le gusta vacilar a la gente delante de su cara, provocar hasta causar una sensación, aunque sea la de rechazo. Le va la polémica.

En Sálvame le hemos visto sacar de quicio a Carlota Corredera, a Chelo, A Mila y a todo el que ha tenido a su alcance. Le cuesta respetar el turno de palabra, y cuando cree que se merece su momento de atención es capaz de hablar encima de sus compañeros.

Su perfil es polémico, y le cuesta respetar el turno de palabra

Él parece tener poco sentido crítico, alega que cuando se quedó en blanco en Cazamariposas fue “que le pillaron en un desquite”, no que el encargo le viniese grande. En casa le dicen que lo hace todo genial. “Lo que se ve desde fuera es que a los compañeros no les hace mucha gracia que él esté ahí porque les pueda quitar el protagonismo, el puesto” decía el otro día su novia, Macarena, en una llamada en Sálvame.

Sin embargo, el sueño de Rafa Mora es difícil de cumplir. ¿En qué programa podría tener futuro como presentador? En televisión cada vez hay menos programas (y de una mayor duración), y su perfil no valdría para un concurso familiar. No sería un gran entrevistador, ni tiene la chispa y las tablas necesarias para llevar las riendas de Sálvame o un programa similar en los que en un momento se monta un circo y crecen los enanos.

Tampoco se le da bien estar delante de una mesa charlando ricamente, como demostró en Cazamariposas. Y no tiene la dulzura y complicidad suficiente con el espectador para que lo pongan en un call tv de madrugada; su imagen no es exactamente la de un amigo en el que confiar, pues su personaje es vacilón. 

Recordemos que en estos días ha hecho diez años del debut de Rafa Mora como tronista en Mujeres y Hombres y Viceversa. La actual presentadora del dating, Toñi Moreno, está embarazada, y pronto tendrá Mediaset que buscarle una sustituta. ¿Se imaginan a Rafa Mora como presentador de MyHyV, dando la bienvenida a los nuevos buscadores del amor, mientras charla con Chabelita, Asraf, Julen, Violeta y compañía? Yo tampoco.

De acuerdo, ser presentador es el sueño de Rafa Mora. Y el de María Teresa Campos, volver a tener un programa y que no sea solo Cine de Barrio. Pero no se puede tener todo en esta vida. No obstante, por suerte para él, trabajo en televisión no le faltará, porque su perfil tiene cierta autenticidad y diferenciación. Aunque será como colaborador (o concursante de próximos realities, por qué no).