Desde hace ya algunos años, los seguidores de realities se organizan para pedir dinero a los seguidores de determinados concursantes para que les recarguen sus teléfonos móviles con la intención de usar ese dinero para salvar o hacer ganador a su favorito.

Como ya hemos venido contando desde estas páginas durante los últimos años, para poder formar parte de este ‘selecto’ club de recargas, la familia y el círculo que rodea a los concursantes selecciona a ciertas líneas “oficiales”. Son aquellos que han apoyado a los concursantes desde el principio y ya cuentan con experiencia de otros años.

Estas cuentas ofrecen determinados regalos a cambio de recargas en sus móviles

Para reforzar su mensaje, el entorno de los concursantes ofrece regalos a los que más dinero recarguen en estas líneas como camisas y camisetas que ya han sido usadas por el concursante, u ofrecen vídeos personalizados que serán grabados cuando ella abandone la casa.

Pero, ¿cómo se comprueba el destino del dinero? Según nos explicaron en su momento algunos de estos seguidores, los dueños de las líneas han inventado un mecanismo para emitir los comprobantes a través de Twitter: graban su propia pantalla del móvil mientras están emitiendo los votos.

Como no puede ser de otra forma, durante el periodo de emisión de esta edición de Supervivientes también han aparecido líneas de recargas a favor de los distintos concursantes como Hugo Sierra, Rocío Flores, Barranco, Ana María o Jorge Pérez.

Y precisamente en el marco de la elaboración de un nuevo análisis sobre estas prácticas, este medio ha encontrado que se están publicando fotografías de menores en redes sociales a cambio de dinero para votar a Hugo Sierra.

“Hasta cinco años”

El primer mensaje del que tenemos constancia data del pasado 22 de mayo a las 23:55 horas. “Nos proponen un reto. Si se consiguen 50 fotos de peques de diferentes personas recarga 30 euros a las líneas de Hugo”, escribía la cuenta de una de las líneas de recarga fiables para los seguidores del uruguayo.

“¿Hasta qué edad?”, preguntaba una de las seguidoras. “Un nen@ lo que quieras hasta 5”, contesta la cuenta que solicitaba las fotografías. “Lo has conseguido, hay casi 100”, le replicaba otra cuenta. “Ya hay más de 50 fotos”, añadía otra cuenta. “Sí, ya me habló. Mañana hará su recarga”, contestaba ya en la madrugada la cuenta de la recarga fiable.

Todo cambiaba cuando una seguidora advertía de que “preferiría que no hubiese fotos de peques en internet. Nunca se sabe, por su seguridad y por su privacidad. Lo podemos cambiar por fotos de bebés de animalitos”.

De hecho sólo unas horas después, un usuario de Twitter avisaba y citaba a la cuenta de la Policía Nacional de esta práctica. “Miren lo que me acaban de pasar. Imágenes de menores a cambio de dinero. Tiene un nombre y es una vergüenza que se fomente esto. Actúen de oficio. Denuncien esta cuenta”.

El caso de Holanda

Es entonces cuando la cuenta de la recarga fiable decide borrar el tuit y proteger su cuenta. No obstante, tal y como tiene acreditado este diario mediante capturas de pantalla que ya han sido facilitadas a la Policía Nacional, aún se pueden ver compartidas varias fotografías de menores, hijos, sobrinos o nietos.

Entre estas cuentas que comparten este material se encuentra alguna creada en el mismo mes de mayo con apenas 10 seguidores y siguiendo a 18, otras que ya no existen o que tienen sus tuits restringidos, o algunos perfiles sin foto.

Hace apenas unos días conocíamos que la justicia holandesa había resuelto que una mujer debía borrar las fotos de sus nietos que había publicado en Facebook y Pinterest. La madre de los menores llevó el caso al tribunal por considerar que se estaban vulnerando sus derechos ya que el material había sido publicado sin su consentimiento.

El juez resolvió que la abuela había violado la ley de privacidad de Internet de Europa, conocida como Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) que rige en Europa desde mayo de 2018 y que, entre otras cosas, establece que para publicar fotos de menores de 16 años se requiere permiso de sus tutores legales.

En cualquier caso, hay que dejar constancia de que tanto la cadena como la productora de Supervivientes están complemente al margen de los procesos de votaciones del concurso.