Hace escasamente un mes, Adara Molinero se alzaba como ganadora de GH VIP, lo que suponía, por un lado, ganar el reality que antaño se le resistió, y por otro, embolsarse un maletín con 100.000 euros.

Al espectador le fascinó su historia, con un presunto enamoramiento entre ella y su compañero Gianmarco Orestini, que se complementaba con el testimonio de su madre, Elena, o de su pareja, Hugo Sierra, por los platós.

Ahora Adara ha vuelto a la casa de Guadalix de la Sierra en El tiempo de descuento, aunque no estará hasta el final, algo que sus compañeros, de momento, desconocen. Con su presencia, ya ha vuelto a reactivarse, en parte, la trama con Gianmarco, aunque sin aquellos besos tórridos que se dieron semanas atrás.

Este martes, en Sálvame, se cuestionaba la situación, y Gema López cree que todo es una estrategia para seguir tanto ella como su pareja Hugo en el candelero; así, si Hugo firma para ir a Supervivientes tendrá un mejor caché, “y en vez de pedir x, pide x más dos” al ser un personaje al alza.

Entonces Rafa Mora tomó la palabra, y explicó que la estrategia de la pareja va más allá. Y es que, según le confesó la pareja de la madre de Adara, tras la victoria de la joven hubo “un equipo de psicoólogo, abogado y community manager para estudiar las intervenciones de la madre para llevar a Adara a la final”. Algo que no había contado hasta ahora porque le pidieron que guardase silencio, que ha roto solo porque Adara le ha insultado. Así, añadió que la historia del romance estaba “pactado entre Hugo y Adara” pero que “”quizá ella juega más de lo normal y le acaba gustando el italiano”.

¿Es ético tener un equipo de profesionales para ganar un reality?

El programa entonces comenzó a debatir hasta qué punto se estaba engañando a la audiencia con tal de hacerse con la victoria, y si a los concursantes de este tipo de formatos hay que pedirles autenticidad o un estratégico espectáculo.

Paz Padilla comparó participar en un reality, al que entras a ganar, con ser un deportista de élite que entrena para ganar, o cuando “un concursante iba a Pasapalabra se tiraba tres años estudiando el diccionario”. Además, añadió que parece que la gente se escandaliza más con una campaña para un concurso y no cuando un político intenta ser presidente “y todo lo que nos venden es mentira, y tiene detrás un equipo de profesionales, que les asesoran sobre cómo tienen que moverse, todo”.

Alfred García

Alfred García contó que en su paso por ‘OT’ hubo mucho márketing

En el caso de Adara ha sido un programa el que ha desvelado la presunta estrategia de márketing que había durante su concurso. En otras ocasiones, los propios concursantes revelan qué cartas han utilizado para intentar llegar a lo más alto.

"He hecho estrategias de márketing que nadie pensaría que un niño de 21 años podía hacer"

En septiembre de 2018, Alfred García revelaba en una entrevista para El Periódico que en su paso por Operación Triunfo había mucho márketing y estrategia.

Así, apuntó que su “paso por OT fue solo una consecuencia de que yo quería darme a conocer como compositor y músico”, y que aunque agradece al programa la oportunidad, “para mí fue solo un instrumento para conseguir lo que yo quería”.

Desveló que su intención es contar cosas y cambiar otras tantas, y “para eso necesitaba exposición masiva” de Operación Triunfo. “He hecho estrategias de márketing que nadie pensaría que un niño de 21 años podía hacer. Y todo el mundo venga, 'esto es de verdad o de mentira'. He aprovechado para dar a conocer mi figura y mi arte”, sentenciaba, sin querer explicar qué parte había de espontaneidad y qué de estrategia.

Rakel, en la final de 'Top Chef'

Rakel, la cocinera de ‘Top Chef’ cuya imagen estaba más que calculada

Rakel Cernicharo es, hasta la fecha, la última ganadora de Top Chef, el programa de Antena 3en el que competían cocineros profesionales. Rakel tenía un carácter peculiar, se callaba pocas cosas, y durante el concurso se enfrentó a más de un compañero.

Lo que pocos sabían entonces es que Rakel también contaba con un interesante equipo de márketing tras de sí, encabezado por su amiga Amparo Plaza, especialista en márketing estratégico, y que ya había trabajado con Toni Cantó en la época de UpyD.

Para lograr que Rakel cayese bien al espectador se creó un equipo de hasta 30 personas para dinamizar sus redes sociales, que lograse que los espectadores indecisos la apoyasen, y que evitase, en medida de lo posible, a los haters. Incluso crearon una línea de WhatsApp para sus fans.

Con Rakel incluso se cuidó la imagen, y explotaron su corte de pelo, su nombre con una escritura diferente, sus tatuajes y sus grandes gafas. La propia Chef señaló que Amparo le ayudó “a darle la mano al personaje que hay dentro de mí, ha sacado mi alma”. La jugada le salió redonda. Dentro del concurso ganó su edición, y fuera de ellas, las reservas en su restaurante se dispararon, incluso mientras estaba el formato en Antena y no se sabía quién sacaría el cuchillo dorado.