Después de años perdiendo audiencia y bajar por primera vez por debajo de los 6 millones de espectadores en 2016, su peor resultado de audiencia de la historia, el mensaje navideño de S.M. El Rey Felipe VI ha conseguido remontar sus registros en los dos últimos años.

En 2017, debido a la crisis política que provocó la proclamación unilateral de la independencia de Cataluña y la posterior aplicación del artículo 155, el discurso anotaba una audiencia media de 8.139.000 espectadores y 65,7% de cuota de pantalla.

El discurso del Rey sigue resonando mientras se prepara la cena

Ya el año pasado, aunque el tradicional mensaje del monarca perdió en espectadores, sí subió en cuota de pantalla hasta el 70,6% en el conjunto del total de la treintena de cadenas que lo emitieron.

Con estos antecedentes, y teniendo en cuenta los últimos acontecimientos políticos, se espera que el discurso de este año vuelva a obtener un gran dato de audiencia y supere fácilmente los 7 millones de espectadores, algo al alcance de muy poco en tiempos de bajo consumo.

Porque, olvidando que el discurso del Rey pueda salir perjudicado en estos nuevos tiempos de las audiencias por la llegada de las plataformas, un evento televisivo de este tipo sigue yendo de la mano con el tradicional estilo consumista de la televisión.

Aunque sólo sirva como un elemento decorativo más en la parte central del salón, el Rey sigue resonando mientras se prepara la cena. Es algo así como un hilo musical. Complicado es que los Netflix de turno tengan un consumo destacado en una noche como esta, por mucho que ellos cuenten con Isabel II entre sus contenidos. 

UNA IRREFRENABLE CAÍDA DE AUDIENCIA

Como decimos, el rey Felipe VI ha conseguido parar la irrefrenable caída de audiencia del mensaje del Rey durante los últimos años. Y es que, en sólo una década, el discurso perdió hasta 20 puntos de audiencia.

Cuando se enfrentó al que fue su primer discurso navideño como monarca en el año 2014, Felipe VI consiguió romper con la tendencia a la baja y subir las audiencias hasta los 8,2 millones de espectadores, manteniendo un 73,4% de cuota de pantalla.

Sólo un año antes, su padre el rey don Juan Carlos había firmado el discurso menos visto desde que se miden las audiencias con un 60,4% de cuota de pantalla y 6.580.000 espectadores.

Sin embargo, sin el componente de la novedad, el nuevo monarca volvió a perder audiencia en 2015 hasta congregar a 6.666.000 espectadores y un 65,1% de cuota de pantalla, el segundo peor dato histórico.

De esta forma, en sólo una década, el discurso del Rey había perdido casi 20 puntos de audiencia y 1.982.000 espectadores. En el año 2005, el mensaje navideño de don Juan Carlos reunió a 8.648.000 espectadores y un 84% de cuota de pantalla.

Los datos son incluso peores comparados con los de finales del siglo del pasado y comienzos de éste. Por ejemplo, en 1998 el programa alcanzaba cuotas cercanas al 90%, por lo que la caída sería de 25 puntos de audiencia.