Que la gala de Los 40 Awards siempre ha sido un show cargado de fallos técnicos y de sonido lo sabe cualquiera que se haya sentado al menos un año a verla a través de Divinity, el canal femenino de Mediaset España. 

Sin embargo, lo de anoche llegó a unos límites que debería hacer plantearse a sus organizadores el que tengan que llevar a cabo determinados cambios para que los mayores premios musicales de España y Latinoamérica no sigan dando esa bochornosa imagen.

¡Que hasta Sam Smith llegó a sonar desafinado!

Está claro que estos premios son más un gran concierto que un show para la televisión. Ni son los MTV EMAs, ni son los NRJ Music Awards. Pero, si no vas a conseguir ofrecer unos mínimos para que su emisión sea algo digna, quizá lo mejor sería plantearse no emitirla. 

¿Qué es eso de que los presentadores no miren ni un sólo minuto a cámara? ¿Qué es eso de que los entregadores de premios salgan en aparente estado de embriaguez y sin hacer una presentación mínimamente decente? ¿Qué es eso de ver continuamente pasar camareros por detrás de los presentadores? ¿Y esos suelos del escenario que no son limpiados ni una sóla vez?

Y ya ni hablemos de los fallos de realización o los de sonido que hicieron que más de un artista sonara como un gato atropellado. Pero, ¡cómo puede haber esos fallos de sonido en unos premios musicales! ¡MUSICALES! ¡Que hasta Sam Smith llegó a sonar desafinado! Si pueden mírense la actuación de Dvicio y Taburete: es de esas que se pondrán en clases de canto para ver lo que nunca hay que hacer en un directo.

"La mierda"

No puede ser que teniendo sobre el escenario a estrellas de la talla de los Jonas Brothers, Rosalía, Nicky Jam, Manuel Carrasco, Amaral, Ava Max, Sofía Reyes O Anitta, los titulares del día siguiente sean las borracheras de los entregadores de premio o el intolerable fallo técnico al que tuvo que enfrentarse Sofía Reyes y que tuvo paralizado el show durante cinco minutos.

“¡Vamos a gritar como si no hubiera pasado nada!”, decía la pobre mexicana mientras escuchaba como sonaban dos canciones a la vez en su actuación. “¿Qué hago?”, repetía la joven antes de que le pidieran que hiciera una ola para salir del paso. “Yo puedo estar aquí toda la noche”, bromeaba. 

No sería la única que lo hiciera. Sólo unos minutos después, su compañera de actuación, Anitta, no tenía inconveniente en describir que aquello que había pasado sobre el escenario había sido “la mierda”. 

¿Se imaginan a uno de los ganadores del pasado domingo en los MTV EMAs de Sevilla describir la gala así? Quizá esa sea la pregunta que tengan que contestarse en PRISA.