En 2014, la productora Eyeworks, responsable de El Jefe Infiltrado, denunció a la franquicia de peluquerías Spejos. ¿La razón? La empresa había declinado participar en el programa una vez habían comenzado las grabaciones porque consideraban que el programa “perjudicaba su imagen” y por ello, la productora reclamaba 53.366 euros en concepto de daños y perjuicios.

Cinco años después, la Audiencia Provincial de Madrid ha dado la razón a Spejos, que tendrá que pagar las costas judiciales, según adelantó ABC. La cifra reclamada era “debido al coste de la preproducción, producción, así como del cambio de programación de grabación del resto de capítulos del programa”.

La empresa denunciada alegaba que El Jefe Infiltrado “no pretendía transmitir la vida real de la franquicia, sino que teatralizaron o guionizaron las intervenciones de los trabajadores de la demandada, incidiendo solo en puntos negativos para la franquicia, lo que supuso un incumplimiento del contrato y fundamentó el abandono”.

Las dos partes se comprometieron en un acuerdo a que “el control de la grabación y la producción, determinando el plan de grabación, así como las decisiones relativas a la producción, edición, promoción, explotación y difusión” correspondían exclusivamente a Eyeyorks. La Audiencia Provincial ha desestimado este contrato alegando que se iba a grabar un formato basado “en la vida real y cotidiana de la empres”, y que “la guionización y existencia de escenas ficticias por la productora, que han quedado plenamente acreditadas, perjudiciales para la demandada (Spejos) y su imagen, excede de la línea editorial de la actora/productora a la que el contrato no le autorizaba, y que dieron lugar al incumplimiento contractual de la productora y justificó plenamente el abandono por parte de la demandada la grabación”, según recoge la sentencia.