Como cada verano, la televisión en abierto ha sufrido un importante bajonazo en audiencias. Sin embargo, todos los días de lunes a viernes, de 20:50 a 21:10 horas unas 2,5 millones de personas se conectan a Pasapalabra. ¿El motivo? Los vibrantes duelos que están protagonizando dos concursantes por la resolución del rosco: Rafa y Orestes.

Esto ha hecho que el programa presentado por Christian Gálvez se convierta cada día en el concurso más visto de la televisión y, en lo que llevamos del mes de agosto, haya conseguido alzarse con el minuto de oro, siempre entre las 21:08 y 21:10 horas, todos los días laborables a excepción de los días 14, 15 y 16 de agosto.

El concurso ha conseguido el minuto de oro casi todos los días del mes de agosto

Este lunes, por ejemplo, Pasapalabra mantenía pegados a la pantalla a 2.603.000 espectadores a las 21:08 horas gracias a la gesta de Rafa, que en los 52 segundos que le quedaban de tiempo consiguió 11 aciertos del tirón y empatar con Orestes. 

Estos vibrantes duelos, no obstante, no son los primeros que se producen en el concurso en los últimos meses. Y es que, después de que Fran obtuviera el bote el pasado enero y el concurso celebrara poco después la Academia de Pasapalabra, en el que reunió a los quince mejores concursantes de la historia del programa, la productora decidió volver a invitar a concursar a Jero, que no consiguió llevarse el bote en su etapa anterior tras acumular 133.800 euros.

“Después de la etapa de Fran, no tengo a nadie para pasado año. Tienes una deuda pendiente con la audiencia de Pasapalabra. ¿Volverías a Pasapalabra?”, preguntó Gálvez a Jero justo al final de la semifinal que éste perdió frente a David Leo: “Por supuesto, yo estaría encantado”, contestó el salmantino.

La estrategia no le pudo salir más a cuento. Y es que tras la llegada el pasado 18 de abril al programa de Orestes, un joven burgalés de 22 años, el programa empezó a vivir unos emocionantes duelos y recuperar así el interés y la emoción para poder pelear contra Los Lobos en ¡Boom! 

El extraño caso de Isabel

No sería hasta el pasado 1 de agosto cuando Isabel conseguía la proeza de eliminar a Jero tras los 75 duelos de éste con Orestes -el récord del concurso- y tras 120 programas (241 si se cuenta la anterior etapa). El salmantino se llevaba a casa 97.200 euros, mientras que Isabel se convertía en la nueva rival de Orestes. 

Sin embargo, la sorpresa llegaría sólo unos días después cuando, sin ninguna explicación, la concursante desaparecía sin pasar por el enfrentamiento inicial en la silla azul y Gálvez daba la bienvenida a un nuevo concursante. 

"Rafa Castaño fue uno de los protagonistas de nuestro último 'Bote Másters. En ese 'Bote Másters' nos comprometimos con varios jugadores a que volverían a estar aquí,con nosotros, en Pasapalabra ¿Qué ha pasado? Que el enfrentamiento entre Jero y Orestes se ha extendido tanto en el tiempo que es ahora cuando empezamos a recuperar a toda esa gente que hizo todo lo posible por volver a estar aquí, con todos nosotros", dijo sin más el presentador.

Esto no gustó nada a los seguidores del concurso, que acudieron a las redes sociales a protestar por este cambio. Desde el programa se limitaron a aclarar que “Isabel volverá”. 

Sea como fuere, la llegada de Rafa Castaño acabó con la racha de victorias que mantenía Orestes desde hacía tiempo, incrementando aún más la tensión en el programa. 

La silla azul

Con más de 19 años de historia en España, la clave de esta emoción en el concurso la encontramos en un cambio que se produjo en julio de 2015. Entonces, el concurso presentado por Christian Gálvez estrenó la llamada 'Silla azul', una nueva oportunidad de volver a concursar en el programa tras haber sido eliminado. 

En dicha prueba, el concursante eliminado del día anterior puede enfrentarse al nuevo aspirante en una ronda de 15 preguntas para cada uno. Se les permite tener solo un fallo, eliminándose de forma directa si se cometiera un segundo error.

Esto ha posibilitado que en los últimos cinco meses el rosco sea prácticamente cosa de dos personas, haciendo que la audiencia se encariñe más de ellos, como así ocurrió en ¡Boom! con Los Lobos. De hecho ése es ahora el reto del concurso de Antena 3: encontrar un nuevo equipo del que la audiencia se enganche.