Una de las series de este verano está siendo, sin ningún tipo de duda, Years and Years. Una mezcla entre Cuéntame y Black Mirror, la ficción de Russell T. Davies (Queer as folk, Doctor Who) ha noqueado a la audiencia por la impresionante radiografía que hace no sólo del futuro, sino del presente, a través de varias generaciones de una familia.

La crítica se ha rendido ante esta distopía sobre cómo viviremos en un aparentemente catastrófico ¿futuro? muy cercano. ¿Seguirán llegando al poder líderes populistas de ultraderecha? ¿Habrá una nueva grave crisis mundial económica? ¿Una guerra nuclear entre EEUU y China? ¿Se independizará Cataluña?

El contenido que más se consumirá en tele lineal serán los informativos

A estas y otras preguntas intenta dar respuesta esta ficción británica de BBC One que en España puede verse a través de HBO España y que sorprendentemente ha sido ignorada en las nominaciones a los Emmy 2019.

Pero, además, ahora que está tan puesto en duda el papel que tendrá la televisión en abierto ante la llegada de las plataformas de streaming,  la serie nos enseña cómo será la televisión del futuro. Years and Years lo tiene claro: la televisión en directo se seguirá consumiendo.

Eso sí, según apreciamos a lo largo de sus seis episodios que llegan hasta el año 2030, el contenido que más se seguirá consumiendo a través de este tipo de televisión será el informativo o de debate político.

Un cruce de curvas en tres años

Pero, ¿cuánto se acerca a la realidad la visión futura de esta ficción? Según expertos, la evolución "imparable del consumo de Internet apunta a que, en tan solo tres años, se cruzarán las curvas de la televisión e Internet, la primera a la baja y la segunda al alza”.

Según apuntaba Ignacio Sacaluga, profesor del Grado en Comunicación Global y Estratégica de la Universidad Europea, en la actualidad, hay un panorama audiovisual "cambiante", que requiere la convivencia de la televisión tradicional y el nuevo consumo audiovisual; "que obliga a personalizar al máximo los contenidos mediante técnicas de análisis e interpretación de datos (Big Data) y, ante el cambio de los hábitos de consumo, se ve obligada a coexistir con plataformas audiovisuales alternativas". 

Por su parte, el director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, se ha atrevido a augurar la muerte de la televisión tradicional y el consumo lineal. "La televisión por internet sustituirá a la tradicional como el móvil al fijo", vaticinaba. No obstante, veía complicado que las plataformas desembarcaran en informativos. “Es algo muy local y cambiante y la gente ahora recibe sus noticias en una amplia variedad de soportes”.

"Habrá géneros más afines a la televisión lineal como el reality. Se trabajará más en el evento para que la gente esté atada a la televisión y tener un encuentro social en redes", decía por su parte Daniel Pérez, director de contenidos de FOX.

Como ya publicamos hace unas semanas, los españoles cada vez ven menos televisión. En el año 2018 se alcanzó el peor dato de consumo televisivo de la década, con una media diaria de 3 horas y 48 minutos al día, casi 20 minutos menos que en 2012, cuando se batió un récord histórico (4 horas y 6 minutos).