Durante ocho años fue el rey de la noche con el mítico Crónicas Marcianas. Ahora curtido en mil y una batalla de tertulias políticas hace un giro radical y vuelve a los inicios con Juego de Niños, un programa con el que ha recuperado y a hecho avivar al pequeño que lleva dentro.

En la presentación de Juego de Niños se te vio muy ilusionado con el regreso de este programa

Sí, porque lo hemos pasado francamente bien. El regreso a un plató siempre está lleno de dudas, pero tu imagínate mi situación, que después de 30 años vuelvo a decir la frase “has ganado 30 Gallifantes”, fue una sensación extraordinaria. Los gallifantes para mi fueron los recuerdos de mi primer programa de televisión, un principio difícilmente mejorable. Para mí ha sido la sensación de volver a casa, creo mucho en este programa.

¿En qué se diferencian este nuevo programa, al mítico Juego de Niños?

No tienen nada que ver, esta nueva etapa no es nostálgica. Los espectadores podrán ver un show de una hora y media con dos famosos que compiten para ganar cuantos más gallifantes mejor. Estos gallifantes se convierten en dinero que siempre irá a una ONG. La primera fase del programa será idéntica a la de la primera etapa, donde unos niños explican unas definiciones y los adultos tienen que adivinarlas. En otra fase, los famosos tendrán que adivinar que niño, ahora de adulto, participó en Juego de Niños.

 

"Estoy a punto de cumplir 61 años pero aún siento que el niño que tengo dentro está muy vivo"

 

¿Has notado el cambio en los niños de hace 30 años y los de ahora?

Creo que ahora los niños son más de pantalla, vas a un restaurante y ves a los pequeños comiendo delante de una Tablet. Ahora estos niños tienen una enorme agilidad mental, reciben mil imputs al instante. Los niños de hace 30 años a la hora de cenar miraban el Telediario sabían quién era Fraga o Felipe González.

Y tú, ¿Cómo ha cambiado Xavier Sardà estos 30 años?

Mira, este programa nos recuerda que somos niños que nos hemos hecho grandes. Estoy a punto de cumplir 61 años pero aún siento que tengo el niño dentro y muy vivo.

Dices que durante el rodaje has disfrutado mucho ¿Más que en las tertulias como colaborador?

Como colaborador también disfruto y mucho. Lo que hago es un ejercicio de humildad, también llevo esa parte de niño en la que me gusta jugar a la contra. Yo con Inda y Marhuenda me lo paso bien discutiendo, una mujer me dijo por la calle “¡Cuando le veo en los debates de laSexta parece independentista!”

Durante un tiempo te apodaron como “El Rey de la noche” en lo que audiencias se refiere ¿Te asustan las cifras?

No, para nada. Además, creo que Televisión Española se tiene que permitir hacer este tipo de programas que le darán un toque más moderno, blanco y familiar.

 

Martí Galindo fue una gran lección de vida para mi

 

La televisión es muy caprichosa, Juego de Niños se rueda en el mismo plató donde se hacía Buenafuente

Cuando Buenafuente llegó a Antena 3 yo ya había decidido cerrar Crónicas Marcianas para el final de temporada. La gente decía “se va porque Andreu le ha ganado”, pero oye sabes que os digo que por ser el segundo me pagaban muy bien. Después de ocho años ese programa estaba totalmente contra mis biorritmos, hoy me he levantado a las seis y media y anoche me acosté a las once.

Una vez que cerraste Crónicas Marcianas ni Andreu Buenafuente logró fidelizar la audiencia nocturna. ¿Por qué no se ha hecho otro late como ese?

De entrad, déjame decir que Andreu Buenafuente es un tipo con un talento inmenso. La gente me dice por la calle “He pasado tanto sueño por vuestra culpa” y yo siempre les respondo “¡Yo por vuestra culpa también!”. No te lo sabría decir pero también es cierto que la televisión ha cambiado mucho.

Hace poco nos dejó un marciano muy querido, Martí Galindo

Martí Galindo era un personaje de película americana porque es un niño que deja de crecer a los siete años. El, un día me explico que en el patio del colegio se da cuenta que no crece, un hombre que se ha aclimatado a esa condición física, que era apasionado de la ópera, el cine, la literatura o el teatro, para mí fue una gran lección de vida.

¿Crees que la televisión fue justa con él?

Galindo tuvo una época de teatro donde hacía papeles de niño, luego fue regidor teatral. Cuando arranqué Crónicas Marcianas lo pude ubicar perfectamente. Los años que estuvo allí se lo pasó muy bien y respecto a la fama, si yo era famoso, cuando iba con él por el aeropuerto la gente gritaba cuando lo veía como si tuvieran enfrente a John Lennon.

 

Me alegro que Alfonso Arús se haya aclimatado tan bien en laSexta. Nuestros problemas ya estan zanjados

 

Ahora también vuelven formatos como ¿Quién Quiere ser millonario? ¿Dirías que esta es una buena etapa para los revivals?

No lo sé, si los directivos quieren que vuelvan estos formatos es porque creen que pueden funcionar.

Otro de los que ha vuelto a la televisión generalista es Alfonso Arús, con el que tuviste una agría polémica. Recientemente, él aseguró en una entrevista que quería hacer las paces contigo

Ya están hechas las paces. Él y yo somos puñeteros y tuvimos varios desencuentros, pero ya está todo zanjado. Me alegro que se haya aclimatado tan bien en las mañanas de laSexta, ahora tendremos en común que por culpa de la tele dormimos poco (risas).

Puestos a regresar, ¿podría regresar Crónicas Marcianas?

Es la pregunta que me hace tanto la prensa como la gente por la calle cada día y yo siempre os respondo “con 61 años ponte tú a hacer Crónicas Marcianas”. Fueron ocho años maravillosos, hicimos una televisión muy del burlesque, pero también reivindicamos el No a la Guerra de Irak, hicimos un especial sobre los atentados de Madrid o cuando ETA mató al exministro Ernest Lluch.