Esta noche, María Jesús Ruiz y Sofía Suescun se juegan la expulsión de GH DÚO. Ambas están en el centro de las polémicas de la casa, y por ello la audiencia decidió no salvarlas el pasado martes de las nominaciones, como sí se salvó Alejandro Albalá, Carolina Sobe, Fortu y su novia Yoli.

Ambas han notado de golpe y porrazo que el público no las apoya como antaño, y que su forma de concursar, que les permitió ir muy lejos en Supervivientes el año pasado, no es válida dentro de la casa donde todo se ve y se oye.

María Jesús solo sabe vender rencor

La modelo María Jesús Ruiz solo sabe vender su mal de amores a la audiencia. Lo malo que era y es su ex Julio Ruz, ese que ya ha sido expulsado por razón disciplinaria. Lo mucho que la ha hecho sufrir, ese mismo hombre al que amaba cuando fue en Supervivientes, con el que retozó por la orilla del mar mientras una hamburguesa quedaba presa entre los dos.

María Jesús, que fue la octava expulsada de Supervivientes, ya no tiene ya ningún tipo de credibilidad. Es adicta a la fama, a que le hagan caso, y de ahí que en un momento la veamos discutir con alguien y llamarle perro judío para bailar junto al mismo poco después y casi darse besos.En Supervivientes nos vendía felicidad y amor, ahora solo parece tener rencor. 

A la andaluza le hacía falta Julio Ruz dentro de la casa para poder ser la víctima, para poder llorar, y diciendo cómo echaba de menos a su ex Gil Silgado, hombre al que, según ella, Julio nunca le llegaría a la altura. Para darle celos, para decirle que nunca supo hacerla feliz.

Con Julio fuera, ahora ha fijado sus ojos en Antonio Tejado, con el que se echa miradas de complicidad. Ya no se acuerda de Gil Silgado, y se da besitos con el sobrino de María del Monte. Y cuando no se lo quiere dar, él la convence con argumentos que apestan tanto a montaje como “bésame y mañana te quedas”.

Sofía no logrará su triplete

Peor es el caso de Sofía, que llegaba convertida en la chica de los realities de Telecinco, después de haber ganado Gran Hermano y Supervivientes. En la isla logró demostrar tener una gran fortaleza mental, ser capaz de aguantar cualquier circunstancia por dura que fuese. Por ser, en definitiva, una superviviente de la vida.

Entró a la casa de GH Dúo como reina de los realities dispuesta a hacer un trío de victorias, pero su sueño podría acabar esta noche. No está siendo buena compañera, ni para Alejandro Albalá con el que concursa, ni con el resto.

En su fantasía, Sofía es la reina de los realities, y no concibe un abucheo

Se pelea con los compañeros, se pierde dentro de su estrategia, y además, se viene abajo cuando oye pitidos en su contra en el plató; ella, en su fantasía, en su mundo de realities, es la reina, y no concibe que alguien pueda abuchearla. Nota cómo compañeros como Carolina se alejan de ella desde que el público no la vitorea, pero no es capaz de hacer autocrítica, y cree que es ella quien tiene los pies en el suelo. “Tu eres una actriz y yo soy la realista” decía Sofía a María Jesús en la última gala, de muy malas maneras, intentando pedir de manera desesperada el voto.

A Sofía no le ayuda tampoco la defensa de su madre, Maite Galdeano, que necesita también ser el centro de atención en televisión. El rapapolvo que le pegó a Alejandro Albalá el pasado martes no iba a ninguna parte, y Telecinco se ha encargado de que no nos olvidemos de esto.

La diferencia entre ‘Gran Hermano’ y ‘Supervivientes’

Sofía se ha defendido en más de una ocasión con el manido “ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos”. Pero lo cierto es que el público que sigue GH DÚO se crea la imagen que quiera de cada cual, porque para ello pueden ver el programa 24 horas, eligiendo la cámara, el ángulo, el personaje al que desean prestar atención.

Aquí no hay edición, se muestran tal cual son

Y lo que se está viendo de Suescun y Ruiz no gusta. Ambas han fusionado su personaje con su persona, y al final, están mostrándose tal y como son. Aquí no hay la edición de Supervivientes, ni se pueden justificar con “sacan lo que quieren sacar”. Ambas se han retratado, y el cariño que sembraron en Honduras está desapareciendo de manera acelerada.

No son las primeras en arruinar un antiguo concurso

No serán las primeras ni las últimas concursantes que, al repetir en un reality, tiren por la borda todo lo que sembraron en uno anterior. Ya le pasó a Suso en Gran Hermano VIP, demostrando una serie de actitudes machistas muy reprochables (y que Telecinco se esforzaba en blanquear). Lo mismo le ocurrió a Chabelita, que le fue peor en GH VIP que en Supervivientes.

También nos encontramos casos de ganadores de GH como Ismael Beiro, Sabrina o Pedro Oliva que no lograron ganar su edición de Supervivientes pese a haber seducido al público que seguía sus andanzas en Guadalix. Sin embargo, hay excepciones, como Míriam Saavedra, que tras pasar desapercibida en Supervivientes fue la estrella absoluta (y ganadora) en Gran Hermano VIP. Y ahora es una auténtica Princesa Inca, a la que pronto veremos concursar en Ven a cenar conmigo.