Parece que tener a Lydia Bosch en una serie de televisión es siempre un talismán para que tu proyecto se convierta un gran fenómeno. Y es que la actriz ha trabajado en algunos de los proyectos que más han marcado a la ficción española. Por eso también es uno de los nombres más queridos por aquella generación que creció viendo Médico de familia

Y ella sabe lo que debe a aquellos personajes que han marcado también su carrera. Por eso es la primera que los nombra cuando se habla con ella de sus nuevos proyectos. No se arrepiente de ninguno y todos forman parte de lo que es hoy para la gente de la calle. 

Ahora ha regresado a la pequeña pantalla para interpretar a una madre sufridora, algo que se le da de miedo y ha demostrado a lo largo de los años. En La verdad, la serie que Telecinco emite cada lunes, Bosch interpreta a la madre de Paula García, la niña que supuestamente habría regresado después de llevar muchos años desaparecida. 

¿Qué significa la palabra “televisión” para Lydia Bosch?

Para mí la televisión ha sido el primer escalón, el tercero y el cuarto y continúa. Hace muchos años la televisión se consideraba como la hermana pequeña del cine. Yo no nunca la he visto como tal. Me parece que es un medio tan importante como el cine y que llega a muchísima más gente. Es un lugar en el que me siento muy bien. Empecé en el Un, dos tres… y luego lo fui compaginando con programas como presentadora. Me consolidé como actriz aquí. 

Hace muchos años la televisión se consideraba como la hermana pequeña del cine. Yo no nunca la he visto como tal

Y ya que has vivido tantos años dentro de este medio, ¿cómo vez el momento de auge que está viviendo ahora la televisión?

He tenido la suerte de estar en proyectos muy rompedores e innovadores. En proyectos que han ido abriendo camino y marcando tendencia. Yo he tenido esa suerte. Ahora hay muchísima calidad. Eso es debido al talento de los guionistas. Hay gente joven preparadísima. Para mí en una serie lo importante es la historia. Está muy bien la idea, pero los que se curran la historia y están ahí son los guionistas. Deben estar mucho más valorados. 

Hay veces que participamos un poco en el guión. Después de tantas semanas de rodaje el que más sabe del personaje es uno mismo. Por eso hay veces que buceamos y se cambian cosas. Pero aunque a veces moldeamos el personaje, la historia que recibes en tus manos es la que hace que estas series últimamente sean de una calidad brutal. Yo soy muy fan y consumidora de series españolas.

Siempre has hecho personajes que han marcado mucho tu carrera. ¿Te ha costado dejar atrás a más de un personaje?

Yo no los dejo atrás. No he querido deshacerme de la tía Alicia, ni de Natalia Nadal ni de María Fulgencia, que fue al principio. Son parte de mí. Lo que es cierto es que últimamente los personajes que me dan tienen una potencia dramática más importante. Son personajes con muchas más aristas y con los que me puedo divertir más. He salido un poco del rol de la buena.

El que hice en Motivos personales me decían que era muy mala. Y yo no lo viví como mala. El actor tiene que enamorarse del personaje que hace. 

Pero siempre te ha encantado sufrir en las series…

Eso sí [Risas]. Un drama todo siempre. Al principio era mucho ji ji, pero después me han llegado unas cosas…

También es verdad que has sabido encajar muy bien en ese tipo de papeles. ¿No te hubiese gustado cambiar completamente de registro?

La única cosa cómica que he hecho en mi vida ha sido El club de la comedia. Hice un monólogo y pasé muchísima vergüenza. Que un actor pueda reír y incluso hacer que la gente llore de la risa me parece de los más difícil. La parte dramática no es fácil, pero para mí lo es porque te metes y te dejas llevar. En la comedia tienes que tener algo especial. Pero bienvenidos sean todos los personajes. 

Últimamente vemos que la mujer está tomando mucha importancia en las series de televisión, convirtiéndose en la protagonista en numerosas ocasiones. ¿Queda mucho camino por hacer?

Por tradición siempre los papeles importantes han sido para los hombres. Es cierto que los personajes femeninos son potentes y en las últimas series, también en otras cadenas, hay que resaltar el papel de muchas mujeres. Creo que se está girando un poco la tortilla en favor de potenciar a las mujeres en las series. Yo pienso que el público que consume series es femenino. Contar historias y personajes de mujeres (ya no sólo de jóvenes) es importante porque, el que tú te identifiques con un personaje, hace que te enganches más y que te revuelva más las tripas. 

Los papeles para mujeres de mi edad son más puntuales

Y, hablando de las mujeres en la ficción, el mundo de la interpretación es muy cruel cuando las mujeres alcanzan cierta edad. ¿Viviste alguna crisis en la que no te quería la industria por tu edad?

Lo que a mí me sucedió es que empecé compaginando el ser actriz con presentadora de televisión. No sentí que paraba. He disfrutado mucho presentando programas como El juego de la oca. No encontré el vacío en un momento dado. Indudablemente hay menos personajes cuando alcanzas cierta edad. Coincidió también en un momento que yo me aparté un poco más de la profesión y, ahora que ya estoy, es cierto que los papeles para mujeres de mi edad son más puntuales. Como somos muchas en el carro y hay actrices maravillosas, el que encajes en un papel está más espaciado. 

Ahora se lleva mucho eso de hacer una serie con una plataforma para que te puedan ver en todo el mundo. ¿Te gustaría eso de hacer una gira internacional con una serie?

Yo tendría un problema brutal porque soy de la generación que estudiábamos inglés y francés. 

He dejado de ver telediarios, es lo único que no veo en televisión

Pero ahora se rueda en España, en español, y ya se encarga la plataforma de hacer volar la serie…

Eso sería genial. Eso es maravilloso para los actores. Te abre otros caminos sin irte de España. Hay mucha gente que no puede irse de España por trabajo, por familia o por el idioma y esto es un regalo maravilloso para todos nosotros. 

¿Eres consumidora de este tipo de plataformas?

Sí, yo soy muy consumidora de series. He dejado de ver telediarios, es lo único que no veo en televisión. Genera una ansiedad y un mal rollo… Yo soy de las que piensa que los pensamientos son el motor para que la vida te funcione, cuanto más optimista estén las cosas te irá mejor. 

Llegué a pensar que si me metía en algo como presentadora me podrían encasillar

¿Te veremos presentando otra vez en algún momento?

Si surgiese, yo no diría que no. Empecé en ello. Me siento tan bien en un sitio como en otro. Eso no quiere decir que no sea actriz. Alguna vez he tenido alguna oferta, pero a lo mejor coincidía con otras cosas. También llegué a pensar que si me metía en algo como presentadora me podrían encasillar. Pero, ahora, con le edad tienes que hacer lo que te apetezca. Y si me apetece un proyecto para presentar lo haría. Pero, fundamentalmente, soy actriz. 

¿Y te meterías en un proyecto que te atase durante años?

Sí, no me importaría eso. Lo que me importan son los personajes y enamorarme de ellos. La serie con la que más tiempo he estado ha sido Médico de familia y es cierto que en el último año notaba que el personaje estaba más gastado. Es lo que sucede con las series. Pero, si sucediese una cosa así, no sería la razón para decir que no. 

¿Qué te enamoró de esta Lidia, con i latina, de ‘La verdad’?

Lo primero es que me hizo mucha gracia que coincidiera el nombre, porque nunca me había sucedido. Lo sentí como más mío. Me pareció que este personaje tiene un giro emocional muy grande. Hace un viaje a su pasado, a sus entrañas, y ha sido como desnudarme de otra manera.