Amaia y Alfred ya han hecho todo lo que podían hacer en Eurovisión. Los representantes de España han intentado conquistar a Europa con una íntima actuación en la que ellos eran los auténticos protagonistas de la puesta en escena, sin mucho más que destacar. 

Como ellos habían indicado, el beso tenía que surgir de forma natural en la actuación. De esta forma, nunca quisieron decir si se lo darían o no. Finalmente, los espectadores se han quedado con las ganas porque han terminado fundiéndose en un abrazo.