“El eje del mal” de Sálvame se reunía de nuevo este jueves. Junto a Mila Ximénez y Kiko Hernández podíamos ver a Kiko Matamoros, que pisaba de nuevo el plató de la versión diaria de Sálvame tras abandonar el programa presuntamente para siempre el pasado octubre, si bien regresó puntualmente como invitado del Deluxe.

Su visita a Mediaset tenía una razón, tal como adelantó Hernández. “Kiko Matamoros en 30 minutos se reúne con la cúpula de este programa, no para volver como colaborador, pero sí como posible defensor de la audiencia”, aseguró.

Una idea que chocó a sus compañeros en un principio. “Durante muchos años hemos sido la diana de muchas llamadas y ahora Kiko va a convertirse en el defensor de la audiencia”, espetó Mila, que admitió que de todas formas estaría encantada con su vuelta a casa.

Kiko ocuparía así el puesto que antaño desempeñaron María Teresa Campos y Carlos Lozano, aunque él pretende hacerlo con una actitud diferente, y aconseja a sus compañeros que si se firma el contrato se tomen “algo para el estómago, para que no les dé una úlcera. Yo no quiero ser el defensor del colaborador, para defender a Terelu que se defienda sola”, explicó el marido de Makoke, que quiere “vehicular la voz de la crítica”.

Además, adelantó que de aceptar dejaría clara su función en “las cláusulas de mi contrato, entraría una, además en letra mayúscula, que sería posiblemente la primera, en la que establecería las reglas. Yo no iba a venir aquí de pim pam pum”. Tal como informó César Toral, Escaleto, las redes sociales han respondido mayoritariamente a favor de que Matamoros ocupe este papel.

La salida de Carlos Lozano

Durante los últimos meses, Carlos Lozano ocupó este puesto de defensor de la audiencia, en la que se recogían llamadas de los espectadores y se les daba o quitaba la razón. Un rol al que Lozano renunció después de que su vida personal centrase numerosos reportajes del programa. En su despedida, en forma de carta, admitía que su renuncia iba relacionada por “la vergüenza” de que su hijo pudiese ver informaciones sobre sus salidas nocturnas o sus devaneos amorosos.