El hecho de que Atresmedia retrasara este año la publicación de sus resultados financieros hasta este viernes hacía presagiar que estos no eran tan positivos. Y así ha sido. El grupo de comunicación con sede en San Sebastián de los Reyes ha presentado hoy los resultados del primer semestre de 2017 arrojando un Beneficio Consolidado de 84,3 millones de euros, similar al del acumulado a junio del año anterior.

El dato contrasta con el de Mediaset España, que hace unos días informaba que su beneficio neto había sido de 125,7M€, un 6,8% superior a los 117,7M€ obtenidos en el primer semestre de 2016 (+8M€) y 41,4 M€ más que el de Atresmedia. 

Los ingresos de la televisión descendieron un 0,9% hasta los 485,5 M€

Los ingresos netos de Atresmedia en el acumulado a junio de 2017 alcanzaron los 550,8 millones de euros, frente a los 544,1 millones de euros obtenidos en el mismo periodo de 2016, lo que supone un incremento del 1,2%.

En lo que respecta al negocio de la televisión los ingresos durante el primer semestre de 2017 descendieron un 0,9% hasta los 485,5 millones de euros frente a los 489,8 millones del mismo periodo del año anterior. En el caso de Mediaset, los ingresos publicitarios brutos alcanzaron los 491,1M€.

Mientras, los gastos de explotación en el primer semestre de 2017 aumentaron hasta los 434,2 millones de euros, un 2,3% respecto del mismo periodo de 2016 (424,6 millones de euros). En el negocio de la televisión, sus gastos descendieron un 1,3% respecto al mismo periodo del año anterior hasta los 385,3 millones de euros, 40 millones más que los costes operativos totales de su rival (345,3M€).

En el caso de Atresmedia, el crecimiento en costes en el periodo se debe principalmente a mayores consumos asociados al negocio de Cine Español (relacionados con mayores ingresos) y a mayores gastos en la producción de programas de Radio.

Durante el segundo trimestre los gastos de explotación se han reducido un 1,1%, principalmente por la contención de gastos llevada a cabo en el Grupo con el fin de compensar la debilidad del mercado publicitario