TVE se niega a revelar cuánto dinero de su presupuesto ha destinado a cubrir los gastos derivados del Festival de Eurovisión 2015 en partidas como viajes, alojamientos, dietas, vestuario y acompañamientos.

Así lo revela El Confidencial haciéndose eco de la opinión del Consejo de Transparencia sobre la información que el ente público Radio Televisión Española debería facilitar a un ciudadano que ha solicitado esta información.

Sin embargo, la cadena pública se escuda en que dar esta información podría “suponer un perjuicio para los intereses económicos y comerciales de RTVE” y además supondría una tarea de reelaboración.Esta última posibilidad, la de recopilar información de dispares y diferentes fuentes, es una razón de denegación prevista en el artículo 18.1 de la Ley de Transparencia.

"Que RTVE se niegue a dar esa información, a pesar de lo que ha dicho el Consejo, ya es un síntoma de que algo raro hay", ha comentado el ciudadano que ha solicitado dicha información seis meses después de haber enviado su petición y seguir sin respuesta.

TVE asegura que publicar esa información sería perjuicial para sus intereses, es decir aventajaría a sus competidores, algo que implicaría una excepción a la Ley de Transparencia. Pero el Consejo rebate: "se trata de indicar el coste de RTVE en la participación en Eurovisión en 2015, sin hacer comparación con años anteriores (…) ni aportar información financiera. Debe tenerse en cuenta que los presupuestos de RTVE son públicos, por lo que definir el coste que supuso la participación en dicho Festival debe ser igualmente de conocimiento público".

El plazo de dos semanas para facilitar la información tras la resolución del Consejo, establecido por la ley, ya ha expirado. Al caducarse TVE ha interpuesto un recurso Contencioso-Administrativo para evitar ofrecer esta información, según fuentes de la cadena.



Según informó TVE a este portal el pasado enero, la cuota de contribución de RTVE a la Unión Europea de Radiodifusión por participar en dicho certamen fue de 356.000 euros. Es decir, la mitad de lo que cuesta un capítulo de Cuéntame o Águila Roja y mucho menos que un partido de la Selección Española, que se dispara hasta 1,95 millones de euros.