Noche de cambios. El país se enfrentaba este domingo a numerosos relevos políticos repartidos por toda la geografía española. Noche importante para la política y para el periodismo. Las televisiones revolucionaban sus parrillas dominicales para hacer frente a esta noche electoral. Sin embargo, algunos grupos de comunicación le daban un mayor espacio al resultado de las votaciones. 

Atresmedia ofreció dos estilos muy diferentes en Antena 3 y laSexta. La primera, con Gloria Lomana al frente, mostró un estilo mucho más clásico y templado, con un repaso de los resultados con algunos rostros de la política más joven entre sus colaboradores. La cadena se centró en el análisis del dato y en la evolución del escrutinio.

laSexta puso su ojo en la realización de las televisiones inglesas, que han evolucionado mucho más estos años en la cobertura electoral. Con Antonio García Ferreras desde el plató de Al rojo vivo y Ana Pastor desde El objetivo, la cadena mostró sus dos mejores caras en este análisis electoral. 

Ferreras se encargó del puro directo, del nervio y de las conexiones a pie de calle

Ferreras se encargó del puro directo, del nervio y de las conexiones a pie de calle. La cadena se desplazó hasta los puntos más importantes de la geografía para contar de primera mano este resultado. El ritmo y la continua información destacaron en esta cobertura. El espectador no dejaba de esta informado a pesar de las conexiones en directo. Todo entra en una pantalla. 

Ana Pastor, por su parte, se encargó del análisis reposado. Una vez aclarados los datos, desde el plató de El objetivo se analizaba la noche con rostros de la política, que daban declaraciones en directo sin formalidades y sin esperar al comunicado oficial. Periodismo con garra.

Este especial, que fue el que aguantó hasta más tarde su directo pasada la 1:40 de la madrugada, consiguió sus frutos al alcanzar un excelente 16% de audiencia y 2.422.000 espectadores.

TVE pierde el carácter de televisión pública cuando se pone frente a frente con las privadas. La pública se ha quedado estancada en el pasado, sin evolución y sin dinamismo en su cobertura. Con Sergio Martín y María Casado al frente, la pública eligió a periodistas como Alfonso Rojo o Víctor Arribas, llegados directamente desde Telemadrid, para comentar el resultado electoral. 

En los tiempos que corren ya no interesa el bipartidismo aclamado por la pública

El análisis del dato por parte de TVE deja ver su clasicismo. En pantalla desaparecían los datos para dejar paso a la tertulia, sin demostrar el interés del escrutinio en directo. En una esquina superior, sólo los datos de PP y PSOE se podían ver. En los tiempos que corren por toda la geografía española, ya no interesa el bipartidismo aclamado y reclamado por la pública. 

En el momento de las conexiones en directo, la pública llegó tarde al discurso de Ada Colau en Barcelona y cortó el de Manuela Carmena para ofrecer un directo con la vicepresidenta del Gobierno y el ministro de interior anunciando datos. La opinión y el análisis desapareció para dar paso al mensaje institucional.

Y en términos de audiencia, el resultado quedó plasmado en datos: TVE se quedó con un pobre 8% de cuota de pantalla y 1.373.000 espectadores frente al 16% y 2.422.000 espectadores. de laSexta.

Cuatro fue escasa en conexiones, reposando en plató y perdiendo el pulso de la calle

Mediaset sólo dio su 50% a la cobertura electoral. Mientras Cuatro colocó a Juan Pedro Valentín al frente del especial, Telecinco prefirió mantener intacto en su parrilla un debate de Supervivientes y descolgarse de la actualidad informativa, manteniendo sólo algunas conexiones a las que daba paso Raquel Sánchez Silva. Valentín llevó el espíritu de Las mañanas de Cuatro a la noche, pero con menos agilidad que la de laSexta. Cuatro fue escasa en conexiones, reposando en el plató, sólo fijándose en el dato y perdiendo el pulso de la calle. 

Los datos no desaparecieron de la cadena de Mediaset, manteniendo en todo momento informado al espectador. Pero no le ofreció ningún contenido añadido al mismo, centrándose en la opinión del contertulio y no del implicado político, de la sorpresa que ofrece la reacción en directo. Este programa especial cerró mucho antes que laSexta, cuando todavía no se había completado el escrutinio de muchos municipios y sin apenas entrevistas a líderes políticos.