Hace ahora tres años, la histórica fuga de anunciantes de La Noria supuso un punto de inflexión en la televisión. Quedó claro que cualquier espectador podía llegar a tumbar un programa. Desde entonces, el fantasma de aquel programa recorre los pasillos de Telecinco como si de un Cuento de Navidad se tratara. 

Ahora, después de que el Gobierno diera un ultimátum a Sálvame para cambiar su calificación por edades, reminiscencias de aquella crisis han aparecido por la planta noble de Fuencarral. Sálvame es la piedra angular de Telecinco. Sin ir más lejos, la cadena lideró este viernes durante nueve horas gracias al espacio producido por La Fábrica de la Tele. Nadie está dispuesto a perderlo.

Telecinco no ha tardado ni dos días en tomar una decisión en firme sobre la calificación de Sálvame. 

Por ello no es de extrañar que la cadena se haya volcado en la defensa de su producto sobreimpresionando los hashtag #MasSalvameQueNunca y #YoVeoSalvame en su parrilla y con rostros de la cadena como Ana Rosa Quintana y Mercedes Milá defendiendo al programa. Algo impensable en pleno caso La Noria cuando se decidió esconder el programa a los anunciantes.

Además, al contrario de lo que ocurrió con el programa de Jordi González, con la que se tardó en actuar varios días, Telecinco no ha tardado ni dos días en tomar una decisión en firme sobre la calificación de Sálvame. A partir del lunes, el programa se dividirá en dos: Sálvame Limón, de 16 a 17 horas para mayores de 12 años; y Sálvame Naranja, de 17 a 20 horas para mayores de 7.

Una estrategia que recuerda a la llevada a cabo con La Noria, cuando se decidió crear un programa espejo en el prime time llamado El Gran Debate, pero que ha sido tomada con mucha mayor celeridad que entonces. Todo por salvar a Sálvame. 

El error de Jordi

No dejaron de resultar curiosos, sin embargo, tanto el comunicado que la cadena mandó a los medios como el discurso del programa teniendo en cuenta aquel precedente. Entonces, Jordi González cometió el error de atacar al responsable de la iniciativa y a las marcas, en vez de reconocer el error y pedir perdón como así pedían los anunciantes.

Mañana podemos ser nosotros, pero pasado mañana podrán ser otros 

Ahora se ha accedido a la petición de la CNMC, sin embargo, Telecinco ha entrado a atacar a la competencia y a las asociaciones de espectadores en vez de argumentar y defender la emisión de Sálvame. Sobre todo teniendo en cuenta que la telenovela a la que se refiere (El secreto de Puente Viejo) se emite en Mediaset Italia y que no todas las asociaciones de espectadores son ultraconservadoras, como así criticaron.

Mucho más efectista fue el discurso personal de Jorge Javier Vázquez en el que advertía que no sólo estaba en juego el final de un programa. “No solo está en juego la desaparición de un programa, ténganlo claro. En estos momentos están en juego muchas más cosas. Mañana podemos ser nosotros, pero pasado mañana podrán ser otros ”, comentó recordando las palabras de Martin Niemöller.

Tras la decisión de dividir el programa en dos, no parece que el futuro de Sálvame corra peligro. Sin embargo, el fantasma de La Noria seguirá recorriendo los pasillos de Fuencarral para bien o para mal.