El pasado miércoles, durante la emisión de Rocío, contar la verdad para seguir viva, Rocío Carrasco desglosó las cláusulas del convenio regulador que firmó con Antonio David Flores el 18 de julio de 2003. Un texto en el que había una cláusula de confidencialidad, y que se filtró con datos falsos, según su testimonio.

Tres días después de firmarse ese convenio salió una portada de una revista. “Lo que hay detrás del contrato entre Rociíto y Antonio David, firmado por Lydia Lozano”, indicaba Rocío Carrasco, que señalaba a Antonio David Flores de filtrar la información a la periodista.

La propia Lydia Lozano estaba en el plató, y reconocía sentirse “fatal” por esa historia, y que se se sentía engañada por el antaño guardiacivil. “Para mí era noticia que tuvieran un acuerdo pero más fuerte era cómo se me dio la noticia, que todo era a cambio de dinero”, decía Lozano.

Esto sirvió de excusa para convertir, un día más, a Lydia Lozano en el saco de boxeo de Sálvame. Y es que el jueves la colaboradora empezó en una habitación aparte del resto, aislada, donde contemplaba cómo sus compañeros la juzgaban.

“¿No te das cuenta de que los personajes te utilizan como un tabloide para decir informaciones que no son ciertas?”, le preguntaba Kiko Hernández, que afeaba la mala praxis que tuvo Lydia entonces, publicando una información basándose en una única fuente, sin contrastar.

Poco se tardó en rescatar algunos de los errores que Lydia ha cometido a lo largo de su carrera, destacando, por supuesto, el caso de Ylenia Carrisi, la hija desaparecida de Al Bano que ella aseguró que estaba viva. La periodista acabó llorando entre bambalinas, e intentó salir como podía de aquel chaparrón. “Como diría Jorge, el silencio me favorece. Yo ya he pedido perdón”, decía.

Lydia Lozano se convertía así en la cabeza de turco en el caso de Rocío Carrasco, y en cómo los medios de comunicación han permitido campar a sus anchas a Antonio David Flores diciendo lo que le venía en gana. “Lydia quedó muy mal ayer,sufrí por ella, pero quedó muy mal toda la profesión” reprochaba en la misma línea Laura Fa.

Como si Lydia fuese la única culpable, como si nadie más hubiese dado noticias procedentes de una única fuente contaminada. Olvidando ya que el propio programa Sálvame ha dado voz y trabajo al propio Flores durante más de un año, sin dudar de su testimonio. O que sus colaboradores son capaces de afirmar cualquier atrocidad sin contrastar, como que “en los gimnasios se pilla COVID” con tal de vender vender cintas de andar.

El machaque a Lydia Lozano ante el estreno de 'Pasapalabra'

Recordemos, además, que Lydia Lozano ya sufrió un gran machaque en Sálvame hace justo un año, en mayo de 2021, cuando Antena 3 estrenaba Pasapalabra. Entonces se volvió a sacar el tema Ylenia, y se dudó incluso de que Lozano tuviese el título de periodismo.

“No puedo decir el taco, pero me parece una gran p… no me lo merezco. No se ha hecho con ningún periodista”, llegaba a declarar, tajante. “Me voy a mi casa y si queréis me echáis, pero yo no voy a participar de una vuelta al pasado”, dijo la colaboradora, negándose a participar en esta trama.“Me duele que se me hagáis esto, yo ya he pagado mucho. ¿No os ponéis en mi piel?”.

Me lo dijeron: somos números y estuve a punto de tatuármelo. Pero yo ya no, yo ya he pagado mucho. Creo que esto no me lo merezco. Y como creo que no os habéis portado conmigo. Ni Lydia, ni Lili, ni nada. Yo me voy ahora mismo”, continuaba diciendo mientras era perseguida por Jorge Javier Vázquez, al que poco parecía importarle que el tema de Ylenia Carrisi le hiciese sufrir una menopausia prematura o que su marido sufriera un infarto.

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