El mismo resultado solo se consigue con la misma receta

Isabel Díaz Ayuso.

Terminó la campaña para presidir el gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, pero ha comenzado la campaña para presidir el gobierno del Reino de España. Y esto es algo que tendrán que tener presente los partidos que hoy están en la oposición, y estar preparados para que en cualquier momento salte la noticia o salte la coalición del gobierno socialcomunista.

Los antiayusistas, visto que falló su campaña en aconsejar a Ayuso que no tenía que radicalizarse, que el voto estaba en el centro centrado, que tenía que confrontar abiertamente con la ultraderecha de Vox, y callaron y callan con un gobierno socialcomunista apoyado por separatistas y proetarras. Tras su fracaso, pasan ahora a explicarlo lo sucedido.

Sus sibilinos consejos, por el bien de la "reina Ayuso" (Landaluce dixit), de que los populistas huyen de los conceptos tradicionales porque intelectualmente no se encuentran en ese terreno, una vez contados los votos de las urnas, se tornaron en analistas aprendices de brujo, contra el discurso de la reina Ayuso, justificaron los resultados en que se dirigió a un elector que quiere mensajes directos que calen y enganchen en su propia simplicidad.

También, pasaron de avisar que Madrid es el centro de España en contraposición con Cataluña, y ante su dolorosa constatación de las urnas, pasan a decir que es un error político pensar que lo que ha salido en las urnas de Madrid es traspasable al resto de España.

Su aviso, ahora, es que la receta de Madrid es tan particular como inexportable, porque su presidenta y sus votantes son muy del estilo republicano americano, aunque con toque de Chamberí (vamos, trumpistas pero a lo paleto), y con un discurso de ocurrencias, primario y sin calado político ni ideológico. Y alertan: es un populismo no agresivo, sino alegre; incluso y guapo. Vamos, un populismo para imbéciles.

A renglón siguiente, opinan que Ayuso no es tan internacional, sino que ha creado un regionalismo madrileño basado no en factores culturales (haciendo oídos sordos de que Ayuso siempre ha apelado que a Madrid se va a vivir en libertad, y que en Madrid hay madrileños de Cuenca, madrileños de Barcelona, madrileños de Bolivia, madrileños de Venezuela… que expresan libremente su cultura), sino ideológicos, cuyo método no difiere de los utilizados por los secesionistas.

Después de atacar a Ayuso de populista, trumpista, y separatista, solamente les quedaba acusarla de polarizar su soledad en tiempo de pandemia frente al poder central (curiosa soledad con la inmensa mayoría de madrileños dándola su confianza), en este caso representado por el gobierno socialcomunista (cuando fue estrategia del propio Pedro Sánchez salir a atacar a Ayuso y poner a varios de sus ministros a lo mismo), y lamentar que el triunfo se lo hayan puesto en bandeja los socialcomunistas con una política que pretendía aislar y empequeñecer a Ayuso, y lo que han hecho es auparla por el agravio comparativo. Excusas para lo uno y para lo contrario.

Ayuso ha aplicado una receta con ingredientes como: estar al lado de los que madrugan para levantar un negocio del cual dependen a veces una familia y otras veces muchas familias; defenderse culturalmente, intelectualmente, y sin miedo a todo el poder del gobierno socialcomunista y los medios de comunicación en su contra; de dar a elegir entre los ingredientes de "Comunismo o Libertad"; de poner el ingrediente de bajar los impuestos para que más dinero esté en el bolsillo de los madrileños; y de poner a partes iguales los ingredientes de economía y sanidad. Y como toda receta tradicional, ha resultado todo un éxito gracias a que los ingredientes eran de la mejor calidad y puso todo su amor al lado de los madrileños.

Como bien saben los cocineros, el mismo resultado solo se consigue con la misma receta. Si se quiere hacer el mejor cochinillo al horno, solo se consigue con la mejor materia prima, agua, sal, y poco más. Pero si en vez de cochinillo pones merluza, almejas, unos huesos de aceituna y salsa verde, lo que te saldrá será otra cosa; una merluza en salsa verde.

El resultado de ganar ampliamente a todo un gobierno socialcomunista con todo su poder y medios en contra, tiene su receta cultural tradicional; y todo el que opine que para tener unos resultados a lo Ayuso hay que variar la receta: quitando "Comunismo o Libertad" y poniendo un poco de "centrismo"; y poner el golpe de sal en "lo importante es la economía y no la ideología"; lo que seguro tendrá será otro resultado distinto.

Parafraseando una de las famosas leyes de Leyes de Murphy: si funciona la receta, no la toques, que saldrá otra cosa. Pero de entrante tabernario, se pueden preparar unas cañas y unos berberechos, sin tu ex. Otros han cambiado el entrante de nacer en una taberna de vino y bacalao; a las mariscadas y el champan, con sus ex, de entrante.