La dualidad de Estados Unidos

Donald Trump.

En Estados Unidos hay un 60% de americanos que no aprueban la gestión de Trump de la crisis de la pandemia, están en un proceso electoral descafeinado, Trump lanza mensajes embravecidos respecto al proceso electoral, sembrando dudas sobre un posible amaño. Por otra parte los rusos estarían manipulando la campaña electoral, sin embargo, lejos de criticarlo o tomar medidas, Trump estaría apoyándose en Putin y lanzando mensajes risorios contra los medios que anticipan la repetición del escenario de las elecciones del 2016.

Se ha producido una moción de censura en la se evitó que Trump testificara lanzada por la demócrata Nancy Pelosi debido a la crisis con Ucrania, Trump ha roto el mundo árabe dejando a Irán como un potencial riesgo debido a las sanciones y su asilamiento, provocando el recelo de Irán y la ruptura con la alianza que se había gestado con Occidente en la administración Obama para evitar el desarrollo de la bomba nuclear.

La política de inmigración ha generado dramas humanos en la frontera con México. Trump ha roto los pactos comerciales con China, con México y Canadá, se ha retirado del conflicto Sirio, y ha dado rienda suelta a Turquía en la expulsión de los Kurdos de su territorio. Trump se ha aliado con Corea del Norte y Filipinas, auténticos regímenes dictatoriales.

Se ha producido una división social por el asesinato de afroamericanos por la policía generando un problema racial que ha disparado manifestaciones que han acabado con muertes por disparos. Trump ha dado alas a los supremacistas blancos.

Hay 200.000 muertos y más de seis millones de contagiados por el virus. Trump se ríe de las medidas que todos los científicos proponen como la distancia social, lavado de manos y uso de mascarillas. Trump tacha a Biden de socialista, y niega toda la gestión de Obama. En muchos estados hay pena de muerte y hay proliferación de armas usadas en masacres. Trump es un dictador. No me cabe la menor duda.

Sin embargo, no por todo este mensaje pesimista, deja Estados Unidos de ser una gran nación.

El mayor atentado de la historia de las Torres Gemelas en el que murieron más de 2.000 personas generó guerras en Afganistán bajo la administración Bush y en Irak sin el apoyo de la ONU, tan sólo con el de UK y España. Estas guerras cambiaron la geopolítica de Oriente Próximo y estaría en cuestión en este momento si realmente sirvieron para algo o desestabilizaron por completo el mundo árabe.

Pero lo cierto es que el Senado y el Congreso, a pesar de Trump, protegen su democracia.

Estos días el Senado investiga a científicos de primera línea que han, desde el primer momento, dado pautas acertadas para el control de la pandemia, sin embargo, deben de contestar a preguntas complejas de los senadores. Los principales líderes de las empresas dedicadas a las redes sociales son investigados también en el Senado.

Estados Unidos ha sacado a Europa de grandes guerras, goza de importantes universidades, hay una iniciativa emprendedora, no hay miedo al fracaso, goza de la ayuda entre los miembros de sus comunidades, ha dado y da cobijo a millones de inmigrantes que han podido destacar y están en las propias élites americanas. Da la nacionalidad americana tan sólo por nacer en su territorio. Hay absoluta libertad de culto y respeto social por ello. No hay listas de partidos. Hay libertad de voto de sus congresistas y senadores.

Es la mayor economía del mundo junto a China. Ha generado y genera riqueza en el mundo Occidental. Las Universidades tienen conexión con el mundo empresarial impulsando la investigación científica. Se nutre de una sociedad que permite el avance social tan sólo por hacer bien las cosas. Hay agilidad en su sistema económico para la creación de empleo. El dólar garantiza las mayores economías mundiales. Existe un concepto de “querer a la nación y la patria”. Su ejército sigue potencialmente garantizando la seguridad en Occidente, es el máximo aliado de la OTAN. Su sistema judicial esta separado del poder ejecutivo.

Puede que Estados Unidos entre en decadencia, pero por tiempo, a pesar de la pena que pueda dar su deriva como país, podría aún seguir si no garantizando el equilibrio del mundo occidental, sí siendo un buen paraguas para su estabilidad. Todo depende de las elecciones de noviembre y del impacto en la sociedad americana de la gestión de su gobernante de la pandemia y de si el inicio de la decadencia no pudiera ya tener marcha atrás.