La brutal batalla por Budapest

El próximo día trece de octubre hay elecciones municipales en Hungría, desde ya tres semanas la capital luce empapelada por la propaganda del Fidesz que bajo el lema "Budapest no es un circo" trata de desprestigiar al candidato de la oposición Karácsony. Siete partidos de la oposición han sido capaces de pactar y unificar sus candidatos en los diferentes municipios a los que concurren, presentando en cada circunscripción candidatos de uno u otro partido coaligado.

La candidatura alternativa está formada por los socialistas (MSZP Y DK), los liberales (MOMENTUM y PÁRBESZÉD), los ecologistas (LMP), VÁRUNKI ("nuestro Castillo") e incluso la extrema derecha (JOBBIK). La oposición por primera vez tienen posibilidades de desplazar al Fidesz de una parte significativa de ayuntamientos, Budapest incluída, dado que va a evitar la dispersión del voto.

Budapest, al igual que Bruselas o Londres, se configura por la composición de diferentes municipios en la capital (corresponden a los distritos madrileños). Junto a estos alcaldes "locales", se eligen en estas elecciones un alcalde principal (mayor), que representa al conjunto de la ciudad, y un diputado por ayuntamiento, que formará parte de Consejo Territorial de Budapest.

Que al Fidesz-KDNP, los partidos del gobierno, les ha entrado el miedo a perder gran parte de sus feudos está claro y para ello ha desencadenado toda una estrategia que va desde el ataque personal a los candidatos, el desprestigio en los medios de comunicación de los partidos alternativos y una burda campaña de propaganda que abarca desde la presión a las iglesias, para que ayuden a orientar el voto de sus fieles, al chantaje económico a los municipios que quedarán en manos de la oposición, veamos algunos ejemplos, en la que participan activamente todos los miembros del aparato.

En relación al desprestigio personal y volviendo al Gergely Karácsony, candidato de la unión alternativa a la alcaldía de Budapest, con 34% de votos estimado, (según la encuesta de Publicus, que presenta un 25% de indecisos) se le ridiculiza entre otros dos candidatos Krisztián Berki, campeón del mundo en 2010 y 2011 y olímpico en 2012 de gimnasia (en la modalidad “potro con arcos”) lanzado por el Fidesz para dispersar el voto, según las encuestas recibiría el 1% de apoyo y Róbert Puzsér, un periodista del que también surgen serias sospechas de ser otro submarino, con un 4% de estimación de voto.

Estos candidatos son ridiculizados como si fueran payasos bajo el eslogan "Budapest no es un circo, no dejes la ciudad en sus manos" y se opondrían al actual alcalde de Budapest, István Tarlós,  candidato independiente del Fidesz, con un 37% de voto en la encuesta. Titular de la alcaldía desde el 2010, goza de un cierto prestigio, y a quien, para que continúe, el Fidesz  prometió liberar un billón de florines (3.000 millones de euros) en los próximos diez años para mejoras de la ciudad.

Sobre István Tarlós, que  agrede con infundios a sus oponentes, dado su nerviosismo,  desde el Hungarian Sprectum Eva S. Balogh, profesora de historia de la Universidad de Yale, nos recuerda que “durante su mandato, Budapest, al igual que otras ciudades, perdió sus escuelas, sus hospitales, su derecho a decidir su propio futuro en general. La ciudad podía tomar muy pocas decisiones por sí sola porque el gobierno central controla su economía”.

He aquí el chantaje: el 12 de septiembre, Gergely Gulyás, jefe de gabinete de Orbán, anunció que si Karácsony gana la carrera por la alcaldía, el acuerdo Orbán-Tarlós de noviembre de 2018, al que ya hemos aludido, será nulo porque este contrato fue firmado por los dos hombres como ciudadanos privados.

En relación a los medios el gobierno hace campaña a través de las mismas a favor de los candidatos de Fidesz, ninguneando a todos los demás. En abril Átlátszó, conocido grupo de investigación, concluyo que el 77.8% de los medios de comunicación húngaros (sitios de noticias en Internet, periódicos, semanarios, revistas, televisión y radio) son parte de la máquina de propaganda del gobierno.

En lo relativo a las iglesias László Kövér, presidente del Parlamento, ya este verano en la conferencia de los calvinistas dijo: "Un hombre o mujer religiosos que voten por un partido no cristiano exhibe una especie de esquizofrenia, que debe ser prevenida por la comunidad religiosa a la que pertenecen. Los sacerdotes y sus ministros deben asegurarse de que los miembros de su rebaño voten por el único partido cristiano, Fidesz-KDNP".

Las imágenes de Moscú, que a punto estuvo de dar un vuelco en la alcaldía, o de Estambul, ganada por los partidos de la oposición, han encendido las alarmas en el Fidesz, pues han demostrado que, pese a la manipulación y la represión llevadas a cabo en materia electoral por los regímenes autoritarios, las ansias de democracia anidan profundamente en los hombres libres y ninguna fortaleza construida sobre mentiras queda al final impune.