Ad Astra

Un fotograma de "Ad Astra".

James Gray es el típico caso de director apreciado por la crítica, pero no tanto por el público en general. En su cine ha desarrollado notables y tormentosos dramas con violencia de fondo, donde la fuerza de la historia, la complejidad de los personajes y el escenario de la ciudad de Nueva York, han sido sus señas de identidad.

Sin embargo, hace 3 años se produjo una ruptura en su estilo, y el director dio un giro estético y argumental, presentándonos una película de aventuras con un sello muy personal, 2Z. La ciudad perdida". Un film sobresaliente en mi opinión, aunque poco apreciado por el público (lo habitual en Gray) que trataba la historia del explorador británico Percy Fawcett en su búsqueda obsesiva por el Amazonas de una ciudad perdida, y que acabó con su desaparición y la de su hijo que le acompañaba. Una historia envuelta en un misterio que aun hoy sigue siendo objeto de estudio. En esta película, que además iba a ser protagonizada por Brad Pitt, (sustituido con solvencia por Charlie Hunnam) el director ya nos muestra muchas de las claves e inquietudes que le han llevado a "Ad Astra". Un viaje hacia lo desconocido, la relaciones padre-hijo y la aventura como forma de vida por encima de cualquier otra cosa.

Dicho esto, voy a empezar por mis conclusiones finales, y si bien es cierto (y como ya he dicho recurrente) que tampoco este film está entusiasmando a los espectadores, en mi opinión "Ad Astra" no solo es la mejor película de su director, sino la mejor película de todas las estrenadas en 2019, y yendo aun más lejos, es una rotunda obra maestra.

"Ad Astra" nos cuenta el viaje de un astronauta, encarnado por Brad Pitt, hasta los límites del sistema solar, en la búsqueda de su padre desaparecido hace años en otra misión espacial que pretendía encontrar vida inteligente en el universo.

La película estremece desde su primera secuencia, combinando intimismo y espectacularidad, dentro de un argumento cuyo ritmo no decae. Acción y reflexión, vistosidad y profundidad, tensión y emoción, quedan perfectamente ensamblados en esta historia.

"Ad Astra" ocupa un lugar en el que "2001, una odisea en el espacio" y "Gravity" se dan de la mano en presencia del espíritu de Joseph Conrad y su "El Corazón de las tinieblas", con Coppola de maestro de ceremonias.

Una obra de arte protagonizada por un superlativo Brad Pitt, que compone un personaje al que dota de emoción y complejidad desde una austeridad interpretativa llena de matices. Nosotros, como espectadores, viajamos con él a un futuro no tan lejano, y tristemente verosímil, donde el esplendor técnico y visual de la película se pone al servicio de una historia llena de hondura ( algo que normalmente en el cine actual suele hacerse justo al revés).

Más que invitarles a ver esta película, les impelo a hacerlo de forma inmediata ahora que está en los cines. Ningún televisor, por bueno que sea, les va a transmitir la belleza visual de unas imágenes que acompañadas por la excelente música de Max Richter, nos sumergen en una historia que te atrapa y por momentos estremece.

Disfruten desde la oscuridad de una sala de cine de este viaje a los confines del universo… y del alma.