El tiempo histórico de la señora Grandes

La escritora Almudena Grandes.

He leído recientemente la recomendación que la señora Almudena Grandes envía al presidente en funciones y a su partido: deberían aceptar sin mayores reparos el apoyo de Bildu, ya sea activo o pasivo.

Hasta aquí, todo normal. Lo asombroso es la argumentación utilizada, viniendo de una persona que basa su discurso literario y político en acontecimientos datados hace ochenta y tres años.

Nos dice la autora que sí, que Bildu tiene un pasado, pero que actualmente es solo eso: pasado.

ETA dejó de hacer política asesinando a sus adversarios hace ocho años y se disolvió hace uno. La señora Grandes considera que eso es pasado y que se puede colaborar tranquilamente con los que la jaleaban por las calles.

Sin duda, considera que el señor Otegui es un hombre de paz que dirige una organización perfectamente democrática de la izquierda vasca.

Sin embargo, del resto de sus opiniones se desprende que esa derecha cobarde que tanto desprecia es heredera directa de los señoritos falangistas que dejaron un siniestro reguero de muerte hace ochenta y tres años.

Para la señora Grandes aquella indignidad no es pasado, es presente palpitante. Que si buscamos con detenimiento, aún podemos encontrar sangre de jornalero en las manos del señor Casado