Cesar al César de la UCO

Manuel Sánchez Corbí y el coronel Francisco Javier Jambrina Rodríguez, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, durante la rueda de prensa. Efe

Una de las estrofas del himno de la Guardia Civil dice:

¡Viva el Orden y la Ley!

¡Qué mejores principios en estos aciagos tiempos de nuestro hermoso país llamado España! Se han cumplido 175 años desde la fundación del Benemérito Cuerpo. Hemos pasado las de Abel en nuestra historia, como el resto de ciudadanos: monarquías, repúblicas, dictaduras y, ahora, en estos momentos, una incierta democracia donde pretenden dominar el odio de la minoría separatista sobre los demás.

En la Guardia Civil, las vacantes que ocupan los agentes son de dos tipos: antigüedad y libre designación. En las primeras prevalecen los años de Servicio en el Cuerpo, mientras que las segundas son a disposición de los diferentes mandos de algunas Unidades. Habitualmente se trata de especialidades donde se exigen unos conocimientos, preparación, dedicación y valía personal ajena al tiempo de ingreso en la academia. Esos valores son determinados por los respectivos mandos, quienes escogen a los aspirantes a formar parte de su equipo para así conseguir éxito tras éxito frente a los más variopintos delincuentes de la actualidad.

La Unidad Central Operativa -UCO- se trata de la élite en la especialidad de Policía Judicial. Económicos, narcotráfico, ciberdelitos, desaparición de personas, patrimonio son, entre otros, los diversos ámbitos de actuación de la Unidad. Llevan años de dedicación persiguiendo y atrapando presuntos delincuentes que son puestos a disposición judicial, sin mirar su ideología o adscripción política. De hecho, han instruido diligencias contra políticos del PP, PSOE -en sus diferentes federaciones-, CiU, IU, PdeCat, Compromís, PNV, Bildu -Batasuna y el resto de estructura de la serpiente terrorista de ETA y sus herederos-. En resumen, contra todos aquellos políticos delincuentes.

Los agentes realizan varios cursos de especialización, tanto en materias judiciales, operativas y técnicas orientadas a los diversos retos a los que se van a enfrentar en el día a día. Se precisan unas cantidades de dinero para funcionar, las cuales provienen de los presupuestos generales del estado. Ese dinero “no es de nadie” -Carmen Calvo “dixit” hace tiempo-, pero que sirve para perseguir y capturar delincuentes, incluidos los compañeros de partido, partida o agrupación política.

El Coronel al mando, hasta la semana pasada, Manuel Sánchez Corbí tiene una dilata experiencia de investigación policial. Estuvo al mando del Grupo de Apoyo Operativo del Servicio de Información. Allí, entre otras misiones, participó en la liberación del funcionario de prisiones -y héroe vivo- José Antonio Ortega Lara. Los agentes de la UCO, bajo el mando de este Coronel, han alcanzado cotas inimaginables por los delincuentes. La Guardia Civil es un referente a nivel internacional.

Los jefes de esas Unidades, además de tener la lealtad y confianza de sus subordinados, precisan la posesión de esos aspectos de sus propios superiores. Año a año agentes de la UCO y de otros destinos pierden la confianza para conservar el destino. ¿Explicación? Fijo que hay. Son documentos clasificados “Reservado” que algún superior eleva al siguiente dentro de la escala de mando. Sin embargo, tanto en este como en otros casos, el cesado piensa en los errores que ha cometido, aquellos “fallos” debido a alguna impericia personal. ¿Ejemplos? Hay muchos, tan peregrinos como el resto de motivos: no saludar a un superior, dormirse, llevar el pelo más largo, no afeitarse... o bien otras razones de “peso”: descubrir cómo otros agentes y superiores se benefician del dinero y cargos públicos para sus vidas privadas, realizar informes o diligencias para descubrir delitos que impliquen a partidos políticos, servir de cambio de “moneda” rastrera entre acuerdos secretos y bastardos, revelar la ausencia de fondos para el funcionamiento normal de la Unidad... dejen volar la imaginación, al menos hasta que se descubra el verdadero motivo de ello.

La pérdida de confianza es un motivo serio. Quedará grabada en el Expediente Personal del agente, da igual el empleo. El resto de su Servicio dentro del Estado tendrá esa anotación “Pérdida de Destino”. Sin embargo, por muchos documentos, informes personales que presente, incluso la hoja inmaculada hasta la fecha, condecoraciones, reconocimientos, sin notas desfavorables en ningún momento y menos esa pérdida justificada sin informe preceptivo, aquella fecha permanecerá para la eternidad en su historial.

Ahora quedará encuadrado en la Dirección General de la Guardia Civil a espera de obtener un nuevo destino. Los empleos superiores precisan de la confianza del mando. Dichos Oficiales Superiores carecen de vacantes de antigüedad, ya que la confianza es fundamental. Ha participado en la publicación de un libro. ¿Se habrá pensado escribir un relato novelado sobre los hechos de su cese? Es una autoayuda personal que aliviará su conciencia, que ha de estar limpia como la patena, a diferencia del gobierno.

¿Cuál fue el motivo para cesar al César de la UCO?