El calendario avanza hacia el último día del año, y muchos españoles y aragoneses se preguntan qué tiempo hará en Nochevieja.
Después de una Nochebuena y un día de Navidad marcados por la lluvia en numerosos puntos de Aragón, el calendario se encamina hacia el cambio de año con un escenario muy distinto.
Lejos de la inestabilidad reciente, el tiempo para el 31 de diciembre y el 1 de enero vendrá definido por la calma atmosférica… y por un frío intenso que se dejará sentir con fuerza.
Ni nieve ni lluvia. Zaragoza, y en general la comunidad aragonesa, no esperan nieve ni precipitaciones para despedir 2025 y dar la bienvenida a 2026, pero sí que notarán un frío helador.
El refrán dice que 'año de nieves, año de bienes', pero en esta ocasión el cielo se mantendrá seco. Eso sí, la ausencia de lluvia no será sinónimo de suavidad térmica. Todo lo contrario.
La Nochevieja y las primeras horas del Año Nuevo serán especialmente gélidas en prácticamente todo Aragón.
El responsable es un potente anticiclón que se instalará sobre la península y que traerá cielos parcialmente despejados, nubes sin amenaza de precipitación y una sensación térmica claramente invernal, acompañada de heladas generalizadas.
El tiempo en Nochevieja
Quienes tengan pensado tomar las uvas en la plaza del Pilar harían bien en ir bien preparados: bufandas, gorros y guantes serán aliados indispensables para resistir el frío nocturno y disfrutar de la velada sin sobresaltos.
Durante el miércoles 31 de diciembre, las temperaturas máximas no superarán los 10 grados en ningún punto de la comunidad. Ese “techo” térmico se alcanzará, y solo durante las primeras horas de la tarde, en localidades de la ribera del Ebro como Zaragoza, Caspe o Alagón.
En el resto del territorio, los valores se quedarán algo más cortos: alrededor de 9 grados en municipios de las Cinco Villas como Ejea o en puntos del sur y del este aragonés, como Híjar o Alcañiz.
Otro de los protagonistas será la niebla. A primeras horas del día se formarán bancos densos en zonas de valles y mesetas, algunos de ellos persistentes.
En Zaragoza, el popular dicho de “mañana de niebla, tarde de paseo” no siempre se cumple, y no sería extraño que la ciudad pasara buena parte del día atrapada bajo una capa gris que apenas deja ver el cielo. Aun así, en la Ribera del Ebro el ligero soplo de cierzo podría ayudar a que las nieblas no sean tan persistentes el miércoles.
El jueves 1 de enero mantendrá la misma tónica: tiempo estable, frío acusado, heladas y presencia de nieblas, a las que se sumarán algunas nubes altas a lo largo del día.
Según la Aemet, la ausencia de lluvias será casi total tanto en Nochevieja como en Año Nuevo, aunque el frío seguirá siendo protagonista en buena parte del norte, centro y este de la península.
Habrá que esperar al viernes para notar un cambio. A partir de entonces, la atmósfera volverá a mostrar signos de inestabilidad, con la probabilidad de algunas precipitaciones que podrían ir a más de cara al fin de semana. Hasta entonces, Aragón y Zaragoza despedirán el año envueltos en calma, y mucho frío.
