Viajar a Marruecos sin salir de Zaragoza es lo que pretende conseguir Abdellah Essarrar con la apertura de su nuevo restaurante. Pero el emprendedor marroquí no ofrece un viaje cualquiera, sino uno auténtico, cuidado y en el que todo el mundo se sienta a gusto.
Abdellah lleva casi 10 años viviendo en la capital aragonesa (desde el 2016) y en este tiempo ha ido sumando experiencia en el mundo hostelero. Tras dejar la obra, ha trabajado en conocidos restaurantes de Zaragoza, sintiendo cada vez más interés y pasión por la cocina.
Así pues, el pasado junio decidió abrir junto a su pareja una cafetería en el barrio de San José. Pero el local se le quedaba pequeño y quería emprender un proyecto más grande ofreciendo algo que no estuviera en Zaragoza. Por ello, decidió abrir en el centro un restaurante de comida marroquí, Daroma.
Además, el proyecto nace con la intención de “romper estereotipos y enseñar una cara diferente de la gastronomía marroquí”, según defiende su propietario. En este punto, quiere transmitir una cocina más moderna, más fresca y más acorde a cómo la vive él mismo hoy en día.
Pero, sobre todo, Abdellah lo hace desde el corazón y para su madre. “Es mi mayor inspiración y el motivo principal por el que quería crear algo que la hiciera sentirse orgullosa y feliz”, añade el dueño.
Interior del restaurante Daroma.
El nuevo restaurante, ubicado en la calle Mayor, 28, y con capacidad para más de 20 mesas, recibió a sus primeros clientes el pasado jueves 18 de diciembre. Apenas lleva unos días abiertos, pero la gente “ha reaccionado muy bien”, según cuenta el marroquí. “Poco a poco estamos recibiendo más reservas, la gente viene a probar y están encantados con todo”, continúa.
En cuanto al público, reconoce que muchos marroquí han ido a visitarles y han valorado tener un lugar donde reunirse con toda su familia para comer comida típica. No obstante, también muchos españoles han querido probarlo. Eso sí, Abdellah señala que todos habían visitado antes Marruecos y querían volver a comer de su gastronomía porque “la echaban de menos”.
Plato de couscous.
Carta auténtica
Su oferta, evidentemente, se basa en la comida tradicional marroquí. Todo es casero y sigue la receta original con los productos de Marruecos.
Los platos estrella son el tajine y el couscous, aunque el que es el que más se vende y gusta a todo el mundo el tajine de ternera. En el caso del couscous, solo está disponible viernes y sábado, aunque la gente pregunta toda la semana.
Más allá de los platos principales, en Daroma también sirven desayunos con una oferta más amplia para todos los gustos. Se pueden pedir tostadas como la de aguacate, huevos con salsa de tomate casera, o desayunos completos con msemen recién hecho, shakshouka, miel, aceite, té marroquí o café. También otro con un cruasán de pistacho, tostada de aguacate y huevo frito, zumo de naranja y café o té.
Zona para estar en el suelo en el restaurante.
La comida, el aroma y la decoración del local hacen que cada cliente se sienta como en Marruecos, incluso con una zona para tomar el té sentado. Sin duda, Daroma es una oportunidad para acercarse a la cultura y disfrutar de una gastronomía diferente y deliciosa.
