La vivienda está en máximos históricos, alcanzando 2.605 €/m2 este último mes de noviembre. Los precios desorbitados no parecen ahuyentar a la demanda, que crece de la misma manera que lo hacen los precios.
Como se dice popularmente, "todo Don Quijote tiene su Sancho Panza", y en el caso de la oferta de viviendas con el sector de las reformas se cumple 'a pies puntillas'. O al menos, así lo ha reflejado la estadística.
Según Andimac (Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción), durante 2025 se llevarán a cabo cerca de 1,9 millones de reformas en viviendas, una cifra que supone un crecimiento del 1,6 % respecto a 2024.
Y es que, aunque pueda parecer lo contrario, existe una escasez generalizada de obra nueva. El mercado residencial español está compuesto mayoritariamente por viviendas de segunda mano, muchas de ellas con una antigüedad considerable. Tal y como señala la propia asociación, solo en este año unas 535.000 viviendas superarán los 18 años, pasando a convertirse en candidatas directas a la rehabilitación.
A este escenario se suma un factor clave: la eficiencia energética. El 80 % de los edificios cuentan con una calificación energética deficiente, lo que no solo incrementa el gasto energético de los hogares, sino que refuerza la urgencia de hacer reformas orientadas a la sostenibilidad, el ahorro y la mejora del confort.
En conjunto, estos datos dibujan un panorama claro. La reforma de viviendas no es una moda pasajera, sino una respuesta necesaria para una gran parte de la sociedad.
Así lo asegura David Larrosa en Aragón Radio (responsable de una empresa de reformas en Zaragoza): "Hay una demanda brutal. Podemos llegar a atender reformas de edificios completos".
Sin embargo, volviendo a citar al refranero español, 'en todas las casas cuecen habas'. El sector de la reforma no se libra de ciertos problemas, entre ellos, el más complicado de solventar es la falta de personal cualificado para realizar estas obras. Un asunto que, según advierte, necesita una actuación urgente.
"Ha subido mucho la mano de obra, hay un problema muy gordo con este tema"
Uno de los causantes viene derivado de la crisis económica del 2008, el estallido de una burbuja que afectó no sólo en el aspecto económico, sino también en lo laboral. "A raíz de la crisis de 2008 hubo una reestructuración de los puestos de trabajo en la construcción que se derivaron a otros sectores y no se ha solventado ese problema con la mano de obra", sostiene David.
Sin embargo, todavía estamos a tiempo de solucionar esta problemática atajando el problema de raíz, actuando desde la formación de los futuros trabajadores: "Hoy en día habría que potenciar la FP, pero muchísimo. Que se está en ello pero creo que ya vamos un poco tarde", afirma.
Mientras, muchos constructores y empresas de reformas se ven obligados a tomar soluciones alternativas. "La mano de obra extranjera puede ayudar. Sin embargo, el sector de la reforma es muy exigente a la hora de acabados, entonces buscas siempre mano de obra que está bien formada. Subcontratas que sepas que te van a responder bien. Es complicado", señala.
En un contexto en el que muchos oficios tradicionales parecen perder atractivo, especialmente los vinculados a los gremios y al sector de la obra, la realidad demuestra justo lo contrario. Se abre un escenario lleno de oportunidades reales de desarrollo profesional, con una demanda creciente de mano de obra cualificada.
Tal y como señala David, "Tenemos unos años muy buenos de trabajo por que Zaragoza está viviendo un momento bastante dulce. Hay muchas empresas que están viniendo aquí, lo que atraerá una mayor población y por ende más vivienda".
