La segunda edición de los premios Latir Hispano, impulsados por el Ayuntamiento de Zaragoza, volvió a llenar de emoción el salón de recepciones consistorial. De las 142 candidaturas presentadas, solo 26 llegaron a la fase final y, entre ellas, cinco personas fueron premiadas por su labor en favor de la comunidad hispana de la ciudad.
En este marco, la gala estrenó una nueva categoría: el premio Latir Hispano Popular, que recayó en John Jairo Escudero, comunicador y presidente de la Asociación Latinoamericana para la Integración (ASOLAINT).
El colombiano lleva 17 años viviendo en Zaragoza, y aunque llegó poco convencido por el frío de la ciudad, ha terminado enamorado de la capital aragonesa y su gente.
John Jairo en la entrega de premios Latir Hispano.
John Jairo recuerda el momento en el que se enteró de su candidatura: "Me enteré pocos días antes de la presentación de la alcaldesa a la prensa", explica. "Alguien me llamó y me dijo: 'John, ¿has escuchado la radio? ¡Que estás nominado!' Y yo no tenía ni idea", recuerda con una sonrisa.
El premio, decidido por votación popular, le sorprendió aún más cuando comenzó a escuchar llamadas de oyentes en directo. "Ese día estaban entrevistando a un funcionario del Ayuntamiento en Radio La Mega y llamó muchísima gente a hablar bien de nosotros, de nuestra labor como asociación", reconoce emocionado.
Aunque él insiste en que "detrás está Milena y todo un equipo"; lo cierto es que el público quiso reconocer su figura como referente de ASOLAINT.
"Todas las personas dieron un voto por mí como presidente de la asociación. Y eso es algo que me llena de orgullo, porque significa que hemos estado ahí cuando nos han necesitado", explica.
Asociación Latinoamericana para la Integración
ASOLAINT nació tras la pandemia, cuando la necesidad entre las personas recién llegadas y entre muchas familias que ya vivían en la ciudad se hizo más visible. Fue idea de Milena, su esposa. "Ella dijo: 'hay que organizarse, hay gente pasándolo muy mal'", recuerda John.
Algunos empresarios amigos, además, les animaron a formalizar su labor: "Nos comentaron que les resultaba más fácil ayudar a una asociación que a un particular, querían ayudarnos así que formamos la asociación".
John junto a la alcaldesa de Zaragoza, su mujer y su hija en los premios Latir Hispano.
La filosofía de ASOLAINT es clara, no se trata de "dar el pez a quien pasa necesidad, sino la caña para que puedan pescar".
La entidad ofrece orientación laboral, información de consulados, del propio Ayuntamiento, de empresarios y familias que buscan trabajadores. "Hacemos un filtro para recomendar gente buena y responsable. Para nosotros, el trabajo de una persona es el sustento de toda una familia", explica John.
Y subraya: "Muchos nos dicen: 'por favor, John, no nos des comida, danos trabajo'. Esa frase la he dicho yo toda la vida: no me des nada, ayúdame a trabajar para sostener a mi familia".
La llegada a Zaragoza
John Jairo, colombiano de Tuluá, lleva 17 años en Zaragoza. Asegura que su llegada, aunque complicada al principio, estuvo marcada por el apoyo de la comunidad latina y la cercanía del zaragozano: "Cuando escuchábamos a un colombiano, un ecuatoriano, un peruano, nos acercábamos para conocerlos. Íbamos a los locutorios, a los campos de fútbol… así encontraba uno trabajo".
La ciudad le sorprendió para bien. "Mira, yo digo a quienes hablan mal de España: vete a cualquier país de Europa y volverás enamorado del país y de Zaragoza", afirma con firmeza.
Reconoce que al principio "el miedo era el frío", pero pronto descubrió que, a pesar del cierzo, la ciudad es acogedora: "La facilidad de conectar con la gente, con el maño, que al inicio nos daba respeto por la forma de hablar, pero que es sincero y acogedor".
Por eso insiste en un mensaje que repite a quienes llegan: "Estamos en España. Hay que portarse bien, aceptar sus leyes, integrarnos y respetar su cultura. Si vienes aquí tienes que adaptarte".
John Jairo habla sin dramatismos de su salida de Colombia. No huyó de la pobreza, pero sí de la inseguridad. "Mi situación nunca fue mala", explica. Pues allí "siempre tuvo trabajo, pero no quería criar a sus hijos en ese contexto". Buscaba tranquilidad, y la encontró en Zaragoza.
A su llegada aceptó cualquier empleo que le permitiera salir adelante: "He trabajado de jardinero, de mantenimiento, en limpieza, cuidando ancianos, sacando perros. Ha sido duro, pero todo lo he hecho por mi familia", dice con serenidad.
En la gala de los Latir Hispano, la alcaldesa Natalia Chueca destacó que Zaragoza es "un puente natural entre España y América" y que casi 80.000 zaragozanos de origen hispano contribuyen cada día a la economía, la cultura y la vida social de la ciudad.
Chueca definió la ceremonia como un homenaje y una promesa: "Trabajaremos para que esta ciudad sea siempre un lugar de oportunidades, respeto y convivencia".
En ese mensaje encaja la historia de John Jairo. La de un hombre que llegó buscando seguridad, que trabajó en lo que hizo falta y que hoy dedica su tiempo a que otros puedan tener un comienzo más fácil y siempre digno.
