Zaragoza
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Allá por 1950 se fundó en Zaragoza el restaurante-gastrobar Casa Pedro. Hoy, 75 años después, su esencia sigue viva en la capital aragonesa. En una ubicación diferente y con otros propietarios, pero con muchos de esos clientes que disfrutaban de la gastronomía entonces y siguen haciéndolo ahora.

En la sociedad actual es cada vez más complicado que los negocios perduren durante años. Cada vez hay más competencia o más trabas a los autónomos. Por ello, llegar a cumplir 75 años de vida es algo que solo consiguen algunos afortunados y que es digno de celebrar.

Así lo están haciendo Luis y Javier, propietarios y chefs de Casa Pedro desde hace casi 20 años. Estos hermanos cogieron el relevo del emblemático restaurante en 2006, tras el paso de Santiago, hijo del fundador Pedro.

Ahora, este establecimiento de la calle Cadena, 6, es gran parte de su vida. "Al principio mantuvimos el estilo de cocina y poco a poco lo fuimos adaptando al nuestro, a una cocina más actual, pero sin perder la esencia y la tradición. Así conseguimos mantener a la clientela", relatan los cocineros sobre la evolución.

Javier y Luis son los propietarios y cocineros.

Propuestas de aniversario

A lo largo de estos meses de 2025, Luis y Javier han preparado algunas propuestas especiales para homenajear su historia y los sabores que les han acompañado en el camino.

Tapas de Casa Pedro.

Del 24 al 1 de octubre, los hermanos ofrecieron un menú de tapas reinterpretando platos y tapas icónicas que se han hecho durante los 75 años en Casa Pedro. Ahora, y hasta el 22 de noviembre, ofrecen un menú degustación con platos de su historia. “Lo que hemos hecho es cambiar el degustación que tenemos habitualmente por este”, concreta Javier, el menor de los hermanos Carcas.

El precio es de 60 euros sin bebida y cuenta con 6 pases entre los que se puede disfrutar de un jarrete de Ternasco de Aragón guisado, merluza de pincho asada, un corazón de alcachofa o su tarta de queso Goxua 2025.

Plato de Casa Pedro.

Sin duda, la gente lo está acogiendo con los brazos abiertos. Sobre todo, aquellos clientes fieles que van a Casa Pedro desde el principio y pueden volver al pasado a través de este menú. “Reinterpretar esos platos mantiene viva la historia del restaurante”, señala Javier.

Este aniversario está siendo muy especial para todos, incluidos, evidentemente, los dueños: “Es muy bonito poder mantener toda esa historia y tradición de Casa Pedro. No todos los años se puede celebrar el 75 aniversario de un negocio que sigue funcionando muy bien. Tenemos la misma ilusión del primer día”.

Sus recuerdos

En su caso, aunque no cumplan 75 años al frente, son casi 20, que también dan para muchas anécdotas, vivencias y obstáculos. Empezaron en 2006 y en 2008 llegó la crisis, obligándolos a adaptarse. Después, en 2020 apareció la pandemia, un punto de inflexión.

“En la pandemia veníamos de ganar en 2010 la mejor tapa de Tarragona, en 2015 la mejor tapa tradicional de España, en 2018 la mejor tapa de España, y en 2019 fuimos subcampeones del mundo. Entonces, la zona gastrobar la teníamos a tope. En esa temporada estábamos hasta 16 en plantilla (ahora entre 12 y 14). Cuando llegó el coronavirus, nos vino bien para ver cómo queríamos seguir, pensar un poco y ver hacia dónde queríamos continuar”, detalla Javier.

Javier en la cocina.

A partir de ahí, limitaron la barra y en la actualidad, la última semana de cada mes hacen un menú de tapas premiadas, bajo reserva, con el fin de mantener a la gente que iba por ellas.

“Antes era una locura porque abríamos a las 20.00 y a las 19.00 ya teníamos gente haciendo fila a la puerta”, recuerda.

Así pues, asegura que se han ido adaptando a las situaciones, siempre “con espíritu y con ganas” y manteniendo firme su propuesta. Esa motivación por innovar cuidando las raíces, no solo es su sello, sino también el secreto de su éxito.

Interior de Casa Pedro.

Por supuesto, en su memoria se archivan grandes momentos que giran alrededor de los clientes. Al final, todo se resume en lo humano. “Hay clientes que ya son amigos, que siguen viniendo desde el primer día. Hemos visto crecer prácticamente a esa pareja que venía desde el principio, que se va a casar, que tienen un hijo y hacen la celebración del bautizo. Vas viendo crecer a todo el mundo”, rememora con orgullo Javier Carcas, quien espera seguir celebrando años.