Pablo Cabezali, más conocido en redes como @cenandoconpablo, es uno de los mayores referentes gastronómicos de España. Protagoniza vídeos probando diferentes restaurantes por todo el país, siendo popular por la contundencia de sus opiniones.
Con casi 700.000 suscriptores en YouTube y más de mil vídeos publicados, el madrileño otra cosa no, pero sabe dónde comer bien y abundante. En Aragón, además, no es la primera vez que deja huella: ya estuvo en Zaragoza recientemente con su foodtruck durante el evento ‘The Champions Burger’, donde incluso grabó un vídeo junto al zaragozano Takoyaki.
Esta vez, el creador de contenido puso rumbo al Pirineo aragonés para visitar uno de los asadores más emblemáticos de la zona. Se trata de Casa Martón, ubicado en Sallent de Gállego, conocido por sus chuletones de buey y su cocina de montaña con producto local.
“Esto es Casa Martón y vamos a darnos un buen homenajón”, dice Pablo nada más comenzar el vídeo, acompañado por su amigo y también influencer Kike Urdiales. Ambos realizan una reseña detallada del restaurante, en la que no faltan elogios, pero también alguna crítica sincera.
"Menos mal que hemos desayunado ligero por que se viene mucha comida" comenta Pablo, y razón no le falta. Antes de llegar al esperado chuletón, ambos probaron un surtido de platos para compartir, empezando con un gazpacho con aceite de albahaca del que destacaron su sabor potente aunque algo “avinagrado”.
Le siguió una ensalada de tomate rosa, anchoas y queso de oveja del valle de Ossau, que dio paso a una cecina de vaca con queso rallado, una de las más celebradas de la comida.
También degustaron un tartar de trucha local con gelatina de gin tonic y aguacate, un plato “no es la super leche, pero no me importaría repetirlo”, concluyeron. La experiencia continuó con una tortilla con cebolla pochada al vino rancio, que generó opiniones encontradas: Kike la consideró “sabrosa pero excesivamente dulce”, mientras que para Pablo tenía “demasiada cebolla”.
El momento cumbre llegó con la carne, el plato fuerte de la visita. Primero, un chuletón de Buey Limiana, del que Pablo no dudó en destacar su calidad: “Está muy bueno, eh”. Kike, más exigente, matizó: “Está muy tierno, pero de sabor no está muy potente”. En cuanto al precio, el propio Pablo fue claro: “Para ser un buey, 115 € no es caro. Pero tampoco es barato”, afirmó.
A continuación, probaron el Lomo Bajo Simmental, una carne que se deshacía en la boca. “Es adecuado para un usuario medio que le guste mucho la carne pero no sea un erudito”, explicó Pablo. Kike, por su parte, siguió con su tono crítico: “Le falta un poco de potencia, pero se deshace”.
El cierre fue dulce, con helados caseros y un flan tradicional, que sirvieron de perfecto colofón a una experiencia gastronómica de nivel.
La cuenta final
El “homenajón” tuvo un precio, concretamente 348,46 €. Una cifra que, aunque puede parecer alta, Pablo defendió sin dudarlo: “El sitio lo recomiendo. Hay muy buen nivel...”, aseguró al hacer balance.
EL RESTAURANTE de los CHULETONES en los PIRINEOS con KIKE URDIALES
Con esta nueva visita, Cenando con Pablo volvió a poner el foco en la gastronomía aragonesa, demostrando que el Pirineo también sabe conquistar a los paladares más exigentes, siendo un refugio perfecto para los amantes de un buen chuletón.
