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Conchita Martínez (53 años) es una de las grandes figuras del tenis español, conocida por ganar Wimbledon en 1994, siendo la primera española en lograrlo.

A lo largo de su carrera conquistó numerosos títulos internacionales y representó a España en tres Juegos Olímpicos, manteniéndose entre las mejores tenistas del mundo durante más de una década.

Lo que poca gente sabe es que dio sus primeros pasos en un popular pueblo de Huesca, Monzón, el cual no duda en rendirle homenaje siempre que puede. Conchita tiene unas pistas de tenis en la localidad que llevan su nombre y, además, se celebra el Torneo Internacional de Tenis ‘Conchita Martínez’ todos los años.

Este pueblo oscense no solo puede presumir de haber visto nacer a una de las tenistas más laureadas del deporte español, también es un municipio en el que las leyendas, el patrimonio y la historia son la marca de la casa.

Castillo de Monzón

Para los aragoneses, cuando pensamos en Monzón, lo primero que se nos viene a la cabeza es ese castillo templario que corona y domina el municipio. No es para menos, representando uno de los principales reclamos de la provincia, junto con el de Loarre.

Los orígenes del castillo se remontan nada menos que al s. IX, cuando se levantó la Torre del Homenaje. Más tarde, los templarios añadieron nuevas estancias y galerías subterráneas en el siglo XII, convirtiéndolo en una de sus sedes más importantes.

Es un castillo de reyes, siendo la fortaleza dónde pasó su infancia el rey Jaime I bajo la tutela de los templarios.

Con el paso de los años el castillo se irá transformando y adoptando nuevos papeles, siendo fundamental en los conflictos como la Guerra de Sucesión y la Guerra de la Independencia. Además en 1949 será declarado Monumento Nacional.

A día de hoy, esta fortaleza puede visitarse pagando una entrada general de 3,50 euros (con opciones de rebaja), pudiendo realizar también visitas guiadas.

Sin embargo, el castillo no es lo único que reluce en el pueblo de Conchita Martínez. Si se va a Monzón, un paseo por el casco histórico no puede faltar, visitando otras joyas históricas como la Catedral de Santa María del Romeral, la Casa Consistorial (palacio renacentista aragonés de tres plantas), la Casa Pano, la Casa Zazurca o el Palacio de los Luzán.

Dónde comer en Monzón

Además de estas paradas, uno no puede irse de Monzón sin probar los restaurantes locales. Entre los mejor valorados tenemos ‘El Cacao’ (en la calle Joaquín Costa), el ‘Piscis’ (en plaza Aragón) o la ‘Cervecería Rogelio’, ideal para tomar algo.

La cercanía con Zaragoza lo hace el destino ideal para visitar en el día, estando a apenas una hora y media de camino en coche, desviándose en Huesca por la A-22.