En la provincia de Teruel, a casi 1.000 metros de altitud, hablar de tomates en diciembre parece un contrasentido. Pero para Pablo Játiva, agricultor en Santa Eulalia del Campo, no es un sueño imposible (según le cuenta al 'Campo es Nuestro', de Aragón TV). El año pasado, gracias a un clima inusualmente benévolo, consiguió llevar tomates frescos a la mesa cuando ya nadie lo esperaba.
Este año busca repetir la hazaña. “El año pasado en diciembre hizo tan bueno que aún cogíamos tomate. Entonces hemos plantado tomateras y pimiento tardío para hacer de prueba”, explica el joven.
“Quien no arriesga no gana”, afirma con convicción. Y con esa filosofía ha vuelto a levantar su invernadero con el objetivo de demostrar que la agricultura todavía tiene margen para la experimentación.
Cómo consigue tomates en diciembre
El primer paso fue preparar la tierra. Donde el año anterior había sembrado bisaltos, ahora extiende estiércol y ceniza. “La ceniza me ayuda a limpiar el tema de hongos y demás”, comenta, convencido de que el cuidado empieza desde el suelo. También eliminó los bledos para evitar que compitan con sus tomateras.
En cuanto a las variedades, no ha dejado nada al azar. Ha optado por tomate de pera, tomate óptima y pimiento italiano. Todos ellos bajo la protección de un invernadero. “Si lo intentas al aire libre, no llegas ni a noviembre, aquí arriba es imposible”, reconoce.
Para proteger las plantas, recurre a soportes y grapas. “El viento parte las tomateras si no haces algo. Mejor sujetarlas desde el principio”, cuenta mientras revisa las guías de su invernadero.
La clave, insiste, está en la prevención de plagas. “Para la hortaliza lo que más resultado me da es el azufre. Nos previene de hongos y de plagas como la mosca blanca o la araña roja. Y además entra en lo ecológico, así que son remedios más naturales”, asegura. Pulveriza el azufre cada siete a quince días con una mochila, normalmente al caer la tarde.
Pero el auténtico riesgo viene con el frío. “Aquí para el Pilar ya encendemos la estufa y la calefacción. Si se viene una helada temprana, tienes que reaccionar rápido”, explica.
En sus planes está volver a colocar estufas en el interior del invernadero si las temperaturas bajan bruscamente. La meta es mantener el cultivo siempre en positivo, lejos del hielo que arruina en pocas horas semanas enteras de trabajo.
Pablo Játiva exploca en el Campo es Nuestro, de Aragón TV, sus trucos para recoger tomates en invierno
Más allá de la técnica, Pablo tiene claro el trasfondo de su experimento. “Al final esto es lo que nos vamos a comer y hay que mirar mucho lo que compramos y lo que consumimos”, concluye el joven agricultor.
