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Esta semana ha abierto un nuevo local de ocio infantil en pleno centro de Zaragoza. Emprender un negocio no es nada fácil, y aquellos que se atreven tienen un mérito especial.

La que ha saltado a la aventura con este nuevo espacio de trampolines es Beatriz León, una zaragozana a la que no se le pone nada por delante.

“He viajado mucho con mi marido: Estados Unidos, Singapur, Polonia… Hemos viajado por el mundo y en otros países veía un montón de sitios donde puedes ir con tus hijos a tomarte algo, y estar tranquilo mientras ellos juegan”, comienza hablando sobre cómo nació la idea de Saltolandia.

Esa alternativa para los padres no existía en Zaragoza. “Llevaba el run-run en la cabeza bastante tiempo”, explica. Encontró un local ideal y Bea se lanzó.

No es la primera vez que monta un negocio. Bea ha vivido 3 años en Singapur y allí creó, junto con otros socios, un centro de alto rendimiento: “Éramos varios socios con diferentes facetas, cada uno se dedicaba a una cosa y hacíamos entre todos un buen equipo. Estaba también involucrado Feliciano López. Cada uno aportaba su granito de arena y la academia iba muy bien”, reconoce.

Cuando llegué aquí tenía la seguridad de tener la experiencia de abrir una empresa y organizar todo desde cero. Me lancé, pero en España es mucho más complicado que en el extranjero.

Pero Bea no es solo emprendedora —que también—, es tenista profesional: “Vengo del mundo del tenis, soy deportista de alto rendimiento y me he dedicado al tenis profesional. En Singapur tenía la academia de tenis”, recuerda. Sin embargo, el covid cambió los planes.

El país asiático tomó medidas drásticas y los extranjeros tuvieron dificultades a la hora de renovar pasaportes o entrar en el país: “A raíz del covid me volví a Zaragoza y aquí, aparte de Saltolandia, tengo también un local de entrenamiento funcional”, explica la tenista.

Bea lleva ya cuatro años en la capital aragonesa y, sobre su experiencia en el emprendimiento, reconoce que aquí es más complicado: “Emprender en España no es nada fácil tal y como están las cosas, porque es todo pagar, pagar y pagar; y bueno, hay bastantes gastos. Pero poco a poco, y con la experiencia y el equipo que tenemos detrás, vamos tirando”, señala.

Beatriz es tenista de profesión, pero la vida le ha llevado a tener experiencia en el ámbito del emprendimiento: “Aprendí bastante del tema de empresas cuando abrimos la academia de Singapur. Como éramos varios, aprendí de todo. Así que cuando llegué aquí tenía la seguridad de tener la experiencia de abrir una empresa y organizar todo desde cero. Me lancé, pero en España es mucho más complicado que en el extranjero”, sentencia.

Beatriz cuenta con dos negocios en la ciudad: Saltolandia, en la calle Hermanos Ibarra, 3, al lado de la plaza de Los Sitios para ir con los niños, y mientras ellos juegan los adultos pueden tomarse algo; y por otro lado, el centro de alto rendimiento F45, un gimnasio diferente de entrenos de 45 minutos, con ejercicios preparados para cada bloque corporal y con entrenadores que explican y ayudan a ejecutar bien los movimientos.

Detrás de los saltos y las risas de los niños, y del entrenamiento de esas personas que cuidan su cuerpo y su mente, está la historia de una tenista incansable. Beatriz León vuelve a apostar por su ciudad con proyectos llenos de vida. Porque, al final, emprender también es un deporte de resistencia.