Zaragoza
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Recibir una multa nunca es agradable. Menos aún cuando llega a casa semanas después, sin previo aviso, fruto de un radar que nos pilló en un despiste.

En la provincia de Zaragoza, algunos dispositivos se han convertido en auténticos campeones de sanciones, con miles de denuncias al año y ubicaciones que los conductores deberían conocer.

Según un informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) con datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el radar más activo de Zaragoza está situado en la A-2, kilómetro 272, donde en 2024 se tramitaron 10.019 multas. Una cifra que lo coloca en el primer puesto del ranking provincial.

Muy cerca se sitúan el radar de la N-330, en el kilómetro 508, con 8.359 sanciones, y el de la A-2 en La Muela, kilómetro 297, con 8.099 denuncias, es el tercer radar de Zaragoza que más multa.

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Estos dispositivos se encuentran en vías de alta capacidad, donde el tráfico es intenso y el exceso de velocidad es una de las infracciones más comunes. No están colocados al azar: su misión es reducir la siniestralidad en tramos especialmente conflictivos.

En Aragón las multas por exceso de velocidad van en aumento. Solo en 2024 se registró un incremento del 36 % respecto al año anterior. Y aunque la sanción económica duele, el objetivo principal de la DGT no es recaudar, sino prevenir accidentes en los puntos más sensibles de la red viaria.

Radares dentro de la ciudad de Zaragoza

Dentro de Zaragoza ciudad, los radares que más multan se concentran en puntos estratégicos donde el tráfico es intenso y la velocidad puede suponer un riesgo para la seguridad vial.

Algunos radares urbanos que destacan por su actividad sancionadora están ubicados en zonas como el Puente de las Fuentes, la Z-30, Marqués de la Cadena y la Vía Hispanidad, así como en tramos de la Z-40.

En estas áreas, la Policía Local de Zaragoza también utiliza radares móviles y coches camuflados con radar para controlar la velocidad en puntos donde la mayoría de los conductores suelen exceder los límites permitidos.

Muchos de estos radares están señalizados, pero también cuentan con vigilancia móvil que puede sorprender en cualquier lugar. Mantener una conducción prudente es siempre la mejor forma de evitar sanciones

Cómo evitar las multas

La pregunta, claro, es cómo evitar estas sanciones. El consejo más evidente es también el más eficaz: respetar los límites de velocidad. Los radares fijos deben estar siempre señalizados, por lo que una conducción atenta a la señalización reduce las posibilidades de multa.

Además, los sistemas de navegación y aplicaciones móviles ofrecen avisos en tiempo real sobre la presencia de radares. Eso sí, conviene recordar que está prohibido el uso de detectores o inhibidores, sancionados con multas de hasta 6.000 euros y pérdida de puntos.

Cumplir las normas, más allá de ahorrarnos disgustos, es una cuestión de seguridad. Circular a la velocidad adecuada no solo evita que nos llegue una multa a casa, sino que puede marcar la diferencia en caso de accidente.

En definitiva, los radares más sancionadores de Zaragoza están ahí para recordarnos que levantar un poco el pie del acelerador no cuesta nada, y puede salvar vidas.