Zaragoza
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Si eres de los que disfrutan descubriendo rincones con historia, arte y un encanto especial, Tarazona debería estar en tu lista de próximas escapadas. Situada en el corazón de Aragón y muy cerquita de Zaragoza, esta ciudad sorprende a cada paso con monumentos únicos y un casco histórico que respira siglos de vida.

Pero si hay algo que convierte a Tarazona en un destino imprescindible es su Catedral de Santa María de la Huerta, un templo que esconde en su interior un secreto que la ha hecho famosa: la llamada “Capilla Sixtina aragonesa”. Y créenos, el apodo no es para nada exagerado.

Es una pena que sea poco conocida, porque quien cruza sus puertas viaja directamente al Renacimiento, donde el arte y la espiritualidad se entrelazan en un espectáculo pictórico difícil de olvidar.

La Catedral de Tarazona

La Catedral de Santa María de la Huerta es uno de los templos más singulares de España. Su construcción comenzó en el siglo XII y a lo largo de los siglos ha ido sumando influencias góticas, mudéjares y renacentistas. El resultado es un espacio único donde cada detalle cuenta una parte de la historia de Aragón.

El gran tesoro de la catedral se encuentra en su cimborrio: un conjunto de pinturas murales del siglo XVI que representan escenas bíblicas y la llegada de Cristo.

Interior de la Catedral de Tarazona. Catedral de Tarazona

Estas obras, realizadas entre 1562 y 1564, fueron descubiertas y restauradas hace pocos años, devolviendo todo su esplendor al edificio.

La riqueza cromática, la fuerza expresiva y el programa iconográfico de estas pinturas han hecho que se comparen con los frescos de Miguel Ángel en el Vaticano.

Interior de la Catedral de Santa María de la Huerta. Catedral de Tarazona

De ahí su merecido título de “Capilla Sixtina aragonesa”, un imprescindible del turismo cultural en Aragón.

Además de este legado renacentista, la catedral guarda otros tesoros como su pórtico barroco y el trascoro, decorado con obras del pintor Vicente Berdusán, que convierten cada visita en una experiencia artística irrepetible.

Precio de entrada

Como muchas de las catedrales turísticas de España, para ver la catedral de Tarazona hay que comprar una entrada. Se puede adquirir allí mismo en la taquilla y tiene un precio de 4 euros. No obstante, si se elige la visita guiada el precio son 2 euros más. Lo recaudado va intégramente al mantenimiento del edificio.

Entre las reseñas de Google la mayoría coinciden en que compensa el precio: "Merece la pena la visita guiada", comenta una turista que fue hace unos meses. "Merece la pena desplazarte para contemplar esta joya del mudéjar", comenta otro.

Respecto a las visitas guiadas hay variedad de opiniones, mientras algunos se muestran contentos, otros los hay que la consideran muy breve y superficial: "Nos despacharon en 10 minutos", sentencia un turista que visitó la catedral hace unos meses.

"Me ha parecido caro pagar 4,5€ por persona cuando se visita en pocos minutos; pero vale la pena, a nosotros nos ha parecido muy bonita", reconoce otro visitante.

"No sé si ha sido por la afluencia de gente, pero hemos hecho un buen rato de cola para comprar la entrada porque solamente había una chica atendiendo, y en los lavabos no había ni papel ni agua. Cobrando estos precios, deberían cuidar estos detalles", se quejaba otro.

Por otro lado, tampoco se permite la entrada con mascotas, algo que también es criticado en las reseñas: "Muy bonita por fuera, lástima que no permitan la entrada de un perro pequeño en brazos", se quejaba otro.

Qué hacer en Tarazona

Visitar Tarazona no se limita solo a su catedral. Su casco histórico es un museo al aire libre lleno de rincones sorprendentes:

  • Plaza de toros vieja: una plaza octogonal del siglo XVIII, única en su estilo.

  • Ayuntamiento renacentista: con una fachada que roba todas las miradas.

  • Casas colgadas sobre el río Queiles: una de las estampas más fotografiadas de la ciudad.

  • Iglesia de Santa María Magdalena y convento de la Concepción: dos espacios que invitan a la calma y la contemplación.

  • Antigua judería y morería: símbolos de la convivencia de culturas que forman parte de la identidad de Tarazona y que la integran en la Red de Juderías de España.

Imagen recurso de Tarazona Tarazona

Si lo tuyo es la naturaleza, Tarazona es también un punto de partida perfecto. Desde aquí puedes hacer rutas de senderismo o bicicleta hasta el Moncayo, el pico más alto del Sistema Ibérico, o visitar el Santuario de la Virgen del Moncayo, uno de los lugares más especiales para los aragoneses.

Arte, historia, arquitectura y naturaleza: Tarazona lo tiene todo. Su catedral, con la impresionante “Capilla Sixtina aragonesa”, es razón suficiente para visitarla, pero su casco histórico y su entorno natural hacen que quieras volver una y otra vez.