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Jesús Naval, alcalde de La Puebla de Albortón, no se anda con rodeos cuando habla de la realidad de su pueblo: "Un pueblo sin bar ya lo puedes cerrar", dice tajante. Y es que para él, el bar es mucho más que un sitio donde tomar algo: "El bar hace de punto de encuentro, es fundamental en todos los pueblos. Si te cierran el bar, ya puedes cerrar el pueblo entero". En La Puebla, con sus 132 habitantes, Naval sabe bien de lo que habla.

Evidentemente el problema de la despoblación no se resuelve solo con el bar. Los pueblos aragoneses tienen necesidades, muchas y variadas. En su día a día como alcalde, uno de los principales quebraderos de cabeza es otro: "Realmente lo que nos mata es la burocracia" sentencia.

"Necesitamos que se nos simplifique la cantidad de informes", reclama. Jesús insiste en que no es justo que un pueblo pequeño tenga que cumplir los mismos trámites que ciudades con muchos más recursos como Calatayud o Caspe. "Nos ponen los mismos papeleos y plazos para todo, y aquí dependemos de un arquitecto comarcal que lleva seis o siete pueblos y de una secretaria que solo trabaja 20 horas a la semana, y otras muchas cosas", se lamenta.

Bar de La Puebla de Albortón. E.E

Explica que necesitaría más manos y tiempo para sacar adelante las subvenciones o incluso para ejecutarlas una vez conseguidas: "Los plazos son cortos y tampoco encontramos personas para ejecutarlas", reconoce.

Naval agradece el Plan Plus, unas ayudas fijas de la Diputación Provincial de Zaragoza que reciben los municipios: "Ahora, con el Plan Plus, nos dan una cantidad fija y otra según el número de habitantes y podemos invertirla donde más falta hace. Antes era todo más clientelista, y así podemos planificar mejor" explica.

Plaza del La Puebla de Albortón. E.E

Hay otra gran preocupación sobre la mesa: la vivienda. Al igual que en las grandes ciudades la escasez de inmuebles también afecta a los pueblos.

"No hay viviendas, ni para los que quieren quedarse ni para los que puedan venir de fuera" comienza analizando el problema el alcalde. "El plan 'Más Vivienda' está muy bien y puede ayudar. Aquí ya hemos terminado una casa, y tenemos en proyecto otras dos",

El Barranco de La Hoz, en La Puebla de Albortón. E.E

A esto se suman los cortes de electricidad y la mala cobertura: "En la carretera a Zaragoza, durante 25 de los 35 kilómetros, no hay cobertura móvil. Si tienes una avería, no puedes llamar ni a la grúa", explica. “Para poder atraer a nuevos vecinos o que la gente teletrabajo desde aquí, necesitamos buena red de Internet y que no falte la luz”.

A pesar de todo, Jesús no se queja de los servicios básicos: "Tenemos unos buenos médicos que vienen dos veces por semana y si pasa algo urgente bajamos a Belchite y nos atienden rápido. El cartero pasa, tenemos una pequeña tienda para lo fundamental y el bar, nuestro punto de encuentro".

Jóvenes del pueblo en la terraza del bar. E.E

Precisamente, el pueblo intenta animar la vida con actividades: "En verano, ponemos en marcha cosas para los niños en la piscina, y este año hicimos un cine de verano con una peli de Charles Chaplin y música en directo; la gente disfrutó muchísimo".

El alcalde también pide a las administraciones más apoyo y mejor asesoramiento legal: "Dicen que tenemos asistencia jurídica en la Diputación, pero funciona regular. Lo ideal sería arreglar los problemas antes de que lleguen a los juzgados, porque para un alcalde eso es un fracaso".

Al final, Jesús Naval lo resume mejor que nadie: "Dinero necesitamos mucho, como todos los pueblos, pero sobre todo, necesitamos que nos escuchen".