Zaragoza tiene barrios con alma, y uno de los que más vibra con historia, música y autenticidad es La Jota, el lugar donde creció Kase.O, uno de los mayores referentes del rap en español. Ubicado en la margen izquierda del Ebro, este rincón zaragozano ha sido cuna de generaciones trabajadoras, y el escenario que inspiró rimas, versos y reflexiones de este icónico rapero.
Javier Ibarra, más conocido como Kase.O, nació en 1980 en Zaragoza y es considerado por muchos el mejor rapero hispano de todos los tiempos. Integrante del legendario grupo Violadores del Verso, su carrera como solista ha marcado un antes y un después en la escena urbana.
Pero más allá del éxito, de los discos de oro y giras internacionales, hay un lugar que siempre ha estado presente en su recuerdo: su barrio, La Jota.
Se trata de un barrio con carácter, con mezcla de modernidad y esencia obrera. Sus calles, parques y bloques han sido testigos del crecimiento de miles de jóvenes que, como Javier, encontraron en la cultura hip hop una vía de expresión.
El vínculo entre el barrio y el rapero queda patente por ejemplo en el tema de "Máximo Exponente", canción de Violadores del Verso en la que Kase.O menciona con orgullo: Zaragoza, La Jota, un gran plan tramo!, haciendo alusión directa a su lugar de origen.
Barrio de Zaragoza: La Jota
La Jota se consolidó como núcleo urbano a partir de los años 60, en plena expansión demográfica de Zaragoza. Su origen está ligado al crecimiento de la ciudad y a la llegada de familias trabajadoras que buscaban estabilidad a las afueras del centro. Hoy es un barrio consolidado, con identidad propia, mezcla de tradición y modernidad, donde todavía se respira un fuerte sentimiento comunitario.
Uno de sus puntos más reconocibles es la Plaza Mozart, corazón del barrio y lugar habitual de encuentro para jóvenes y mayores. En sus calles se respira historia popular, como la del Parque Royo del Rabal, un pulmón verde ideal para pasear o hacer deporte a orillas del Ebro.
Parroquia de La Jota.
Entre los bares más conocidos está el Bar La Jota, un clásico de tapas y vermuts de toda la vida, y también el Café El Búho, frecuentado por amantes de la música y el buen ambiente. A nivel patrimonial, destaca la Iglesia del Espíritu Santo, con su arquitectura moderna y el mural cerámico del artista zaragozano José Luis Cano.
Las plazas, los parques y los bloques del barrio fueron testigos del crecimiento de Ibarra y de su conexión con la cultura hip hop, que más tarde canalizaría en letras profundas, llenas de conciencia, emociones y crudeza.