Zaragoza
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Las cafeterías de especialidad siguen aterrizando en Zaragoza, llegando cada vez a más zonas de la ciudad. Así pues, en el barrio de Rosales del Canal hay un nuevo espacio de reunión y disfrute, muy demandado por los propios vecinos, y cuyo nombre seguro que se recordará, FIKA.

Esta cafetería es el nuevo proyecto de Ana y Nico, dos hermanos propietarios de la exitosa pastelería La mar de dulce (que tiene dos tiendas en Zaragoza). Esta, inaugurada por sus padres en 2007, fue pionera y con el tiempo se ha convertido en una referencia para todos los que buscan productos artesanales de calidad.

A los años, los hijos cogieron el testigo, con la motivación e ilusión de que el negocio fuera creciendo. Así lo hace ahora, con el estreno de su nueva cafetería, que abrió sus puertas al público este jueves 6 de marzo en la calle Isaac Albéniz, en Rosales del Canal.

La cafetería se encuentra en el local de al lado de la pastelería y se debe a la demanda de los vecinos: “Se nos hacía pequeño el obrador y cogimos el local lateral, que estaba libre. Lo hemos conectado y hemos hecho un obrador más grande. Mientras estábamos haciendo las obras, todos los clientes me preguntaban qué iba a ser, si iba a ser una cafetería. Nosotros les decíamos que era el obrador y se llevaban un chasco. Al final, de tanto escucharlo, nos vino a la cabeza que sería un buen momento para abrir una cafetería”.

Así pues, terminaron contando también con el local de la derecha para tener unidos el obrador, la pastelería y la cafetería.

De esta forma nació FIKA, que tal y como relata Ana, apuesta por el café de especialidad, los desayunos y brunch. “Hacemos las tortitas y los gofres con masa de croissant, todas las tartas son hechas en el obrador”, describe. Sobre todo, destaca el menú brunch. Habrá tres en total: uno sin gluten, otro más saludable y otro gourmet.

Aunque ambos creen que la carta va a gustar a todos, reconocen que se irán adaptando a los gustos y reclamos de los clientes.

En el espacio, todo está cuidado, siguiendo la línea de sus pastelerías, para que los visitantes se sientan como en casa y quieran repetir. Los detalles comienzan desde el propio nombre. Fika significa en sueco la pausa para tomar algo dulce. “Es como la pausa para el café y siempre va acompañado de algo, sea dulce o salado. Es tu momento”, añade la dueña.

Expectativas

En Zaragoza, y sobre todo en Rosales del Canal, las expectativas eran máximas con la apertura de la cafetería de Ana y Nico. En los comentarios por redes o en persona, eran muchos los vecinos que prometían probar cada uno de sus bocados.