Pocas cosas en la vida dan tanto gusto como una buena comida. Y no hablo solo de comer por necesidad, sino de ese placer de saborear cada bocado, de dejarse llevar por los aromas y las texturas, de disfrutar el momento. En muchas culturas –y Aragón no es la excepción– la comida es mucho más que alimentarse; es un ritual, una excusa perfecta para juntarse, compartir y celebrar la vida.
La gastronomía aragonesa es un reflejo de su gente y su tierra: platos contundentes, sabrosos, sin florituras pero llenos de carácter. Aquí, la calidad de los ingredientes manda, y si hay algo que no puede faltar, es una buena carne. Para los que disfrutan de un chuletón bien hecho, pocas cosas superan el sabor de la brasa.
En Aragón hay muchos asadores buenos, pero hay uno que está medio escondido. Está en la carretera de Logroño, en Zaragoza, y si no te lo han recomendado, difícilmente lo encontrarás por casualidad. Se llama Restaurante Agudo, y aquí se viene ‘de propio’, como se dice en la tierra. Su especialidad: las chuletas de cordero. Para los que disfrutan comiendo con las manos y terminan chupándose los dedos, este sitio es el paraíso.
El cordero a la brasa y los chuletones se han ganado un lugar especial en el corazón de los aragoneses, por esa mezcla perfecta entre lo tradicional y lo intenso. La carne, preparada con cariño y paciencia, se convierte en una verdadera obra de arte culinaria.
La magia de cocinar a la brasa reside en su capacidad de transformar cualquier corte en una delicia. El fuego lento, el olor del carbón y el crujir de la carne sobre las llamas son elementos que hacen de esta técnica algo especial.
Restaurante Agudo
Las brasas encendidas, el crujiente exterior de la carne y su jugoso interior son un placer para los sentidos. Las brasas no solo aportan un toque ahumado, sino que logran mantener los jugos naturales de la carne, intensificando su sabor.
Ya sea un chuletón, un costillar o cualquier otra pieza, lo que sale de la parrilla siempre tiene ese gusto inconfundible que hace de cada bocado una experiencia única e irrepetible.
El restaurante Agudo es especialista en carne a la brasa, pero tiene una gran variedad de platos: ensaladas frescas, croquetas caseras, deliciosos pescados y variedad de pastas. Sea cual sea el gusto del visitante seguro encuentra algo de su agrado.
El asador ofrece menús especiales para grupos y eventos, por lo que es una buena opción para alguna celebración especial con familiares o amigos. De lunes a viernes (salvo los martes, que está cerrado por descanso semanal) ofrece un menú por 12,5 euros que va variando semanalmente.
Una usuaria de Google indica en una reseña:"Restaurante asador popular. Fui a comer un mediodía, en día de trabajo y estaba a tope. Servicio atento y a buen ritmo. Comida tradicional y muy sabrosa. Tomé unos entrantes compartidos con mis acompañantes. Todo muy bien elaborado y presentado. Como plato principal, mis compañeros tomaron chuletillas de cordero. A mí se me antojaron unos huevos fritos con patatas que estaban espectaculares. Buena carta de vinos. Relación calidad-precio maravillosa. Para repetir muchas veces", afirma.