Cercanía, calidad y exquisitez es todo lo que promete Brrrutal, la vermutería de moda en Huesca. Son infinitos los bares y locales que se pueden encontrar en España, Aragón y Huesca, pero no siempre es tan sencillo dar con la excelencia.
Así pues, uno de los establecimientos que arrasan en el Alto Aragón es Brrrutal, una vermutería con más de 100 tipos de vermuts y una carta con tapas y raciones irresistibles. Se ubica en el centro de la ciudad, en la calle San José de Calasanz y en poco más de un año de vida se ha convertido en un lugar referente para tomar algo, sobre todo, antes de la comida.
Brrrutal es un lugar pequeño, pero acogedor, donde la barra es protagonista y el público de Huesca y alrededores disfruta de pie en mesas altas.
Todo está cuidado al detalle, la decoración, la acústica y la presentación de toda su comida. Esta parte, la gastronomía, es una de las claves del éxito, aunque no la única.
Carta irresistible
Su carta ofrece una cuidada selección de tapas, raciones y conservas pensadas para compartir.
Desde clásicos como la gilda en sus versiones de anchoa o boquerón, hasta creaciones originales como el Chanchullo (un “revuelto” de patatas fritas, mejillones en escabeche y sardina ahumada) o su tapa estrella el “Niguiri pasiego”, que trata de un sobao pasiego tostado untado en grasa de jamón y sobre la que se pone una anchoa. El precio de esta, la más demandada del lugar, es de 3 euros.
Tapa de niguiri pasiego.
No faltan tampoco clásicos como el “guardia civil” o raciones como steak tartar de ternera, ensaladilla, tablas de quesos y embutidos o un riquísimo carpaccio de ventresca ahumada.
La carta se va reinventando y cambiando, aunque muchas permanecen inamovibles. Sin embargo, una de las que está de manera temporal a pesar de su acogida, es la anchoa trufada, una regañá con mantequilla de trufa, parmesano y anchoa. Así pues, si quieres probarla, no deberías esperar mucho…
Para los amantes del laterío y las conservas, la carta ofrece opciones como los berberechos al ajillo, las navajas con ajo y guindilla, los chipirones en aceite de oliva o los mejillones en escabeche. Una carta que se adapta a todos los paladares, sin olvidar opciones sin gluten y con productos siempre de primera calidad.