La riqueza cultural, histórica, gastronómica y natural de Aragón puede disfrutarse en gran medida en sus pueblos. Huesca acoge una naturaleza única, y Teruel es la provincia con más pueblos dentro de la lista de 'Los Pueblos más bonitos de España'. Por su parte, Zaragoza también cuenta con infinitos encantos y curiosidades, como uno de los pueblos más pequeños de la comunidad.
En una sociedad en la que las prisas se han implantado y las ciudades ya no duermen, pensar en poblaciones con tan pocos habitantes llama mucho la atención. Aragón tiene un extenso territorio, y la mayoría de la población se concentra en las ciudades, principalmente en Zaragoza.
No obstante, en Zaragoza provincia encontramos un pueblo pequeñísimo, con solo 17 habitantes según los últimos informes del INE. Se trata de Bagüés, un municipio y localidad española de la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón. Se encuentra a 160 km de Zaragoza, en la comarca de las Cinco Villas, y pertenece al partido judicial de Ejea de los Caballeros.
En el pequeño rincón de Aragón el arte y la tradición se entrelazan para crear una experiencia única. La población, compuesta por 17 almas bagüesanas, es un remanso de paz y belleza.
En el pueblo, rodeado de un entorno natural único, se esconden dos pequeñas ermitas llenas de encanto, historia y arte. Bueno, el arte que escondían fue trasladado al Museo diocesano de Jaca, para que dejase de ser un secreto. Hablamos de unas pinturas murales del siglo XI.
El pueblo más pequeño de Zaragoza
Al llegar a este bello municipio de las Altas Cinco Villas destaca la concepción de su caserío, que evidencia su situación, en las estribaciones de la Sierra de San Juan de la Peña, donde el clima es frío. Por ello, las casas “se abrigan” con sus sillares de piedra y losas en sus tejados, coronados por curiosas chimeneas protegidas con tejadillos redondos para que no entre la nieve.
Entre el caserío destacan algunas casas solariegas que evidencia el pasado noble de este municipio, cuyo nombre deriva de su antiguo propietario. Hoy en día, Bagüés es el pueblo con menor demografía de la comarca, pero sus habitantes disfrutan de la belleza de sus dos ermitas: la Virgen de La Paruela y la de la Virgen del Pilar.
Bagüés.
Si de algo puede presumir Bagüés es de haber sido guardián de uno de los conjuntos pictóricos más singulares de Aragón: las pinturas murales románicas que cubrían el ábside y las naves de su iglesia de San Julián y Santa Basilisa, un templo de estilo románico de influencia lombarda. Hoy, este conjunto pictórico ocupa un sitio de honor en el Museo Diocesano de Jaca.
Estas pinturas son, según constata la historiadora María Pilar Giménez Aísa, el conjunto más antiguo de pintura románica conservadas en el ámbito europeo.
Pinturas murales de Bagüés en Jaca.
Dichas pinturas ocupaban prácticamente todo el perímetro interior de la iglesia, siguiendo la narración de los episodios bíblicos que van desde la creación de Adán, hasta el nacimiento de Cristo, para terminar, ya en la zona del altar, con la Crucifixión y la Resurrección del Señor.
Sus vivos colores y la concepción de las figuras y su expresividad, curiosa para su momento de factura, convierten a este conjunto en una referencia mundial para los estudiosos del arte. Y, con ello, a Bagüés, pueblo que con celo las guardó y protegió durante años.